jueves, 23 de octubre de 2014

PARA LA CONFUSIÓN Y EL FATALISMO



Se dividen por confusiones foráneas 

mordiéndose las coincidencias.

Olvidados, en las apatías inducidas,

de las tumbas que les sostienen

y reclaman veneración.


Las embocaduras noctámbulas 

abren consonancias al Aurora, 

cuando exploran historias fósiles 

entre amarillentas hojas 

de libros para la confusión y el fatalismo.

 
El aturdimiento posibilitó el desmedro

hasta las conformidades indecentes

de las mínimas esperanzas. 


Discurriendo entre nexos capitales,

ataviados para el mundo, 

no quieren saber de lo pasado 

ni de las márgenes virulentas

de este presente de cráneos desnudos.


La vida sucede entre márgenes

de un carrusel

que equilibra en el tope 

de unas escaleras sin fines. 


Pichy

3 comentarios:

  1. Las escaleras no tienen fines: tienen fin. Los fines son los objetivos que alguien se propone para alcanzar un objetivo. Las escaleras, en el mejor de los casos, serán un medio para alcanzar las azoteas. Pero sí, las escaleras tienen todas un fin, porque no hay escaleras que lleguen al infinito.

    El poema es confuso y retórico. No formará parte del poemario

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