jueves, 20 de octubre de 2016

TUVE SUERTE



Tuve suerte,
nací de buena cuna
y me crié en mansión de dioses,
después heredé mucho dinero
y nunca di un palo al agua.

Recorrí el mundo en mi yate
disfruté del buen yantar,
estuve con muchas mujeres,
tuve mansiones por doquier
y alguna vez, hasta di
limosna a un pobre.

Toda mi vida fue de lujo,
de fiestas y carnavales,
y aunque os de rabia
cumplí todas mis ilusiones.

Tuve grandes privilegios
y la gente se inclinaba a mi paso
y obedecían mis órdenes,
pues sabían que yo tuve poder 
y por suerte pude vivir como un dios
siendo el gran señor del mundo.

Y ahora que ya soy viejo,
al despertar esta mañana
me he dado cuenta,
que la vida es sueño,
pues nada tuve, nada fui,
nada soy,  nada tengo
y sin embargo, tuve suerte.

© Luis Vargas Alejo





jueves, 4 de agosto de 2016

LINDES



Un madrigal revolea en los oídos
y se recrea usurpando narices
entre ojos prestos para lo superfluo
de la sensiblería y el llanto fácil,
que fingen las muñecas de oropel.

Una fortaleza mítica
se recrea sobre las ancas negras
de la obrera que regresa a casa,
sin tiempo para ver
las estrellas y sus tentaciones.

La poesía que no funda
o contradice y provoca, adormece
entre tazas de bellezas,
mientras una discrepancia
explosiona en cada verso para el bien.

En la pretensión de exaltar
la sensualidad humana,
repetimos tropos edulcorados
diluidos con los salobres versos,
para esculpir los elefantes azules
y someternos a los cánones
eludiendo las palabras duras
que comprometen la existencia.

Pichy

lunes, 1 de agosto de 2016

APOLOGÍA DEL PRESENTE



Los tornos del espejismo
reprimen la apología del presente.
Los rizos del sufrimiento
subsisten inmutables,
anversos a un osario que próspera
en el código de los centuriones
que pretendieron los astros
y sucumbieron como todos,
bajo el polvo.

Un estremecimiento ambulante
subvierte los ministerios de la razón
cuando se busca una ruta para la paz
con el estandarte de la locura.


Pichy

viernes, 11 de marzo de 2016

ABUELA EN PLAZA DE MAYO



Camina de plaza en plaza
abrazada con la angustia
entre sus manos ambiguas.

Va por su pena gritando
los dolores que laceran
sus más crecidos amores,
que se han llevado a la nada
las uniformadas fuerzas
—dicen testigos que callan—.

Ella no los vio perderse
hasta que no les llegaron
ausentes para la mesa,
que sus faltas le denuncia
despertándole los miedos:

— ¡Desaparecidos!

Y ya el alma se recoge
las razones se diluyen
se suman todos los dioses
en busca de una esperanza.
Que la experiencia le niega
por los cotidianos hechos
donde el hábito represa
aguas negras de la muerte.

Pichy

jueves, 10 de marzo de 2016

LA MÁQUINA


A la máquina que maquina
los enlaces poéticos
le ha entrado un spam.

Se han desviado los envios
a puertos
de montaña
borrando los puntos
kilométricos
que unian los hemisferios
y el ecuador.


Ladrones sin arrobas,
remitentes sin dirección,
páginas sin hojas,
huellas sin lluvia.

Solo queda una senda a medio camino
y no hay indio que entienda
los algoritmos cifrados
de las señales de humo.

S.O.S. los poemas se esfuman
sin pipa de la paz.

Begoña M. Bermejo

UN PASEO


UN PASEO POR LA CALDERERÍA_ óleo de Luis Vargas Alejo

Un silencioso paseo
típico tópico de la ciudad,
que presume de belleza
con escalinatas, casas, calles
de la vieja y mora Granada.

Brisas de ayer con olor a migas
morcilla y chorizo
revuelto con papas pobres
y chotos al ajillo con hinojos.