martes, 29 de julio de 2014

DEL ALCOHOLISMO



Del licor brotan abrigos de cuchillas
en los que la confusión proyecta guirnaldas  falseadas
adornando la cadena que encorva el espíritu
hasta derrumbar la mente
coqueteando con los ángeles del abandono
que maceran la vergüenza con sus alas de piedra.

Cuando el alcohol abraza la cordura
por los indivisibles retiros de la ruina
la soledad acuna el odio por las rosas.


En donde los gorriones despabilan la aurora
para que aletee el viento y se arrope el espíritu
existen alimañas deslumbrando la embriaguez
de los que en las noches se descubren
ante los secretos del aguardiente
y piensan con ello
poder quebrar los ojos de la miseria.

La adicción es la madre de las derrotas
y los adictos son como torpes bribones
dados a la euforia, rendidos o envilecidos
por los espejos de la vida.
Eso nunca se sabe.

Pichy

martes, 22 de julio de 2014

Careció hasta la sonrisa



No poseyó muñecas que danzaran
sobre cajitas de música
alegrándole los días,
ni despertó entre tules
y aromas de leche matinal.

No existieron
armónicos buenos deseos
al levantarse.

No conoció de besos y abrazos
para aliviar el dolor
de las caídas.

Sólo hubo en su niñez
soledades y declives

Ahora es el repudio
y la condena,
por lo que, desentendida
ante el umbral del precipicio,
ríe desconsoladamente.

Pichy

LA PÁGINA EN BLANCO



Presumo que la poesía no tiene ganas de mí
y no sé qué hacer con estos versos
petrificándose ante la ausencia.

Me tienen otras premuras
seducido por sus ansiedades.

Desprotegido para tantas inauguraciones     de estos vaivenes
de la criminalidad intelectual
donde la filosofía se confunde
y todo fue revés.

Los versos endurecidos en la mente
se niegan al estreno ante las luces.
Muere otro día frente a la página en blanco;
porque he borrado todos los improperios,
donde versos de amor pretendía,
y me he quedado sin poema.

Pichy

SÓLO A LA INOCENCIA



Sólo los niños dominan el sitio justo
en que se curva el paraíso
para perdonar haberes.

Días tengo en que todo me dirige al sol
y en la casualidad las nubes lo cubren
tan solo por contradecirme el día

Sólo a la inocencia
le es dado circular al revés
los caminos que dispone la cordura.
Porque sus atrevidos pasos
palpitan etéreos
sobre las antiguas generaciones.

Pichy

jueves, 17 de julio de 2014

SIN EXIGENCIAS



Qué la luz no me ciegue, 

que la sombra no me tenga como su única posibilidad,

para que digan que justicia hizo.

Qué coexistiendo con las horas más delgadas

no me exijan la intrepidez  del más alto vuelo,

cuando no guardo ni un pañuelo de la belleza;

porque me obligaron a otros usos

y no alcanzó la tela para achicarme

las aguas de tantos reveses.


Cómo cantar la hermosura que me negaron,

atribulado por los dogmas filosofales —y filosos—

de una rala fealdad, donde lo bello olía a burgués.

Renacer a la poética como la voz del buen gusto

luego de tanto realismo panfletario

conlleva su tiempo y liberaciones.


Quienes juzguen estos versos no me conocerán

ni se harán cargo de la época:

digo, porque lo más seguro es que nadie los lea.

Aunque, al final, poco ha de importarme

si alguien los lee o mis hijas los echan al cesto.

Sentí la imperiosa necesidad de escribirlos

y el desahogo me alivió la boca.

Feliz del desembarazo me regalo el gozo

que sin tributación alguna,

por mis reales asumo.


pichy