jueves, 4 de agosto de 2016

LINDES



Un madrigal revolea en los oídos
y se recrea usurpando narices
entre ojos prestos para lo superfluo
de la sensiblería y el llanto fácil,
que fingen las muñecas de oropel.

Una fortaleza mítica
se recrea sobre las ancas negras
de la obrera que regresa a casa,
sin tiempo para ver
las estrellas y sus tentaciones.

La poesía que no funda
o contradice y provoca, adormece
entre tazas de bellezas,
mientras una discrepancia
explosiona en cada verso para el bien.

En la pretensión de exaltar
la sensualidad humana,
repetimos tropos edulcorados
diluidos con los salobres versos,
para esculpir los elefantes azules
y someternos a los cánones
eludiendo las palabras duras
que comprometen la existencia.

Pichy

2 comentarios:

  1. Hay pueblos que necesitan oir el canto de sus historias y, mirando atrás, quedan apelmazados sin evolución posible. Pero es verdad que hay que conocer la historia para avanzar en lo humano de la humanidad. LO MISMO OCURRE CON LA POESÍA. Me pareció un buen poema, aunque si te he de ser sincero las lindes dificultan los tropos y aunque parezca que no, cada vez hay más lindes en el alma humana y menos ganas de profundidades, pues gusta más lo superfluo que facilita la tecnología y el dsinterés correspondiente, al centrar nuestra felicidad en la comodidad estática y no estética y ética.

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