Se dividen por confusiones foráneas
mordiéndose las coincidencias.
Olvidados, en las apatías inducidas,
de las tumbas que les sostienen
y reclaman veneración.
Las embocaduras noctámbulas
abren consonancias al Aurora,
cuando exploran historias fósiles
entre amarillentas hojas
El aturdimiento posibilitó el desmedro
hasta las conformidades indecentes
de las mínimas esperanzas.
Discurriendo entre nexos capitales,
ataviados para el mundo,
no quieren saber de lo pasado
ni de las márgenes virulentas
de este presente de cráneos desnudos.
La vida sucede entre márgenes
de un carrusel
que equilibra en el tope
de unas escaleras sin fines.
Pichy
Este
ResponderEliminarLas escaleras no tienen fines: tienen fin. Los fines son los objetivos que alguien se propone para alcanzar un objetivo. Las escaleras, en el mejor de los casos, serán un medio para alcanzar las azoteas. Pero sí, las escaleras tienen todas un fin, porque no hay escaleras que lleguen al infinito.
ResponderEliminarEl poema es confuso y retórico. No formará parte del poemario
Notado, amigo. Gracias + Abrazos
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