viernes, 24 de octubre de 2014

FANGOS



A partir de aquel trance,
en que no supimos
limpiarnos los barros
de nuestras calamidades,
el cieno de tanta vida, 
despeñamos los restos
de las otrora coincidencias
entre malas razones.
Fue la vida misma,
ese decursar
que exige reinventarse
ante la desidia y sus estocadas,
para no desechar las flores
y alejar las despedidas.

pichy

2 comentarios:

  1. O te pasas o no llegas con las comas: hombre, si es muy fácil: todo lo que se puede leer seguido no lleva comas, las frases secundarias o interpoladas en un discurso, llevan comas, cuando ves que te ahogas al leer, pon coma, y si tu mismo al leer te paras en una frase, pon coma. Sirve para separa el sujeto del predicado.
    A partir de aquel trance (sobra la coma)
    en que no supimos
    limpiarnos los barros
    de nuestras calamidades,
    el cieno de tanta vida,
    despeñamos los restos
    de las otrora coincidencias
    entre malas razones.
    Fue la vida misma,
    ese decursar
    que exige reinventarse
    ante la desidia y sus estocadas,
    para no desechar las flores
    y alejar las despedidas.

    Una manera de ver si me faltan o sobran comas en ponerlo todo en prosa e ir leyendo (estas son normas de andar por casa)
    A partir de aquel trance en que no supimos limpiarnos los barros de nuestras calamidades, el cieno de tanta vida, despeñamos los restos de las otrora coincidencias
    entre malas razones.
    Fue la vida misma, ese decursar que exige reinventarse
    ante la desidia y sus estocadas, para no desechar las flores
    y alejar las despedidas.

    POR LO DEMÁS ESTÁ MUY BIEN PLANTEADO

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  2. Muchas gracias, amigo. Dices bien. Noto obs y consejo.

    Abrazos

    P.- Puede que, al escribir, estaba fumando demasiado...y me faltaba el aire

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