Por
los cristales oscuros,
que
les aíslan de la mugre,
a
veces no divisan las casas
y
edificaciones apuntaladas,
desafiando
la gravedad física.
La
ciudad se destruye y dispersa
en
barrios marginales
que
aguardan por los nuevos planes
de
viejos proyectos.
Nuestra
la filosofía de la razón
nos
eleva sobre los altos principios;
pero,
la vida duele...
Pichy
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
ResponderEliminarCreo que la denuncia de este poema es muy light, incluso me da que no la hay, es una exposición de hechos con la que se transige.
Bego
Muchas gracias, amiga. Noto obs.
ResponderEliminarBeso
Opino como Bego...eso sí un cohiba de vez en cuando no vendría mal.
ResponderEliminarEntonces, entiendo que es un buen poema; pero, denuncia muy poco o nada.
ResponderEliminarGracias + Abrazos