De cuando en cuando reposa,
en la pluma de un ave migratoria,
la letra de un poema
y cada aleteo es un verso que vuela
hacia tierras más cálidas.
De cuando en cuando sentimos,
el resorte que impulsa la palabra
hacia la búsqueda de Dios...
peldaño a peldaño subiendo
hasta llegar al término de la escalera
donde ha de estar sentado
esperándonos...
-¿Y si no creo en Dios...?
-Es igual, piensa que te estará aguardando
en cada letra, en cada verso, en cada poema,
aunque sea mentira,
y serás feliz;
pues no hay falacia que consuele
que no sea verdad.
De cuando en cuando,
el agua de lluvia lava los pensamientos
y nos alivia el resuello.
© Luis Vargas
Lo encuentro de buen ritmo; pero, no sé, algo me desagrada en la 2da estrofa...yo la terminaría en Dios, sin explicar el camino.
ResponderEliminarAbrazos
Es que Dios ha de ser inextenso, inmaterial, infinito y eterno...y para subir al cielo, se necesita, una escalera larga y otra cosita. La estrofa terminará siempre en donde te esté esperando. ¿Lo aceptas ahora? Si n estás de acuerdo, vuélmelo a decir y lo rectifico, pues yo sólo soy un humilde y pobre poeta, cuyo ritmo interior produce agonías...
EliminarVale, hombre, vale. Yo creo que tú lo que eres un jodedor cubano; que para llegar al cielo vas a neceditar un cohete y sobornar hasta al pipisigallo.
EliminarAbrazos
Precioso poema, que muestra la conciencia de un hombre que ve pasar el tiempo...
ResponderEliminar"aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aún !te sigo extrañando!" Mario Benedetti
Besos
Sí, como La Puerta de Alcalá, jejejeje
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