Un Vallado de miseria
Regreso de la memoria
visceral,
del desatino zarandeado por el
vientre
que nunca supo querer.
Me disipé como el humo de un
cigarro
en el turbio espesor
que asesina la soledad
y aviva los helechos de la niñez…
Ya no hay prisa por subsanar las
expectativas
de un futuro con rencor;
la templanza que un día sosiega,
al otro se vuelve inconformista
y tolera, que las verjas encajen los caminos
en los que escribir míseros
párrafos.
Begoña M. Bermejo
Estupendo poema, amiga, de muy buen ritmo. Beso
ResponderEliminarGracias, amigo.
EliminarBesos
Buen poema depresivo, bien escrito, que refleja un estado de ánimo que la poesía, sin duda, disipa y ayuda a superar.
ResponderEliminarEste poema nació después de estudiar a Pizarnik, me sentia en deuda y quise experimentar con un poema intimista de rasgos depresivos. No se, de alguna forma necesitaba entender su soledad, y que fin lograba cuando escribia, lo que escribia. Lo que no logré es su misticismo (cuestión de practicar).
EliminarGracias.
Besos.