Concluye
que no hay oportunidades,
huelgan
los razonamientos lúcidos
y
su epigrama es una hoja en blanco.
¿Se
habrá alejado de él?
¿Será
que acepta su ridículo?
No
sabe si perseverar
no
es más que una meta,
cuando
es convocado a lo inútil
y
la sombra estampa los horizontes.
Clausurada
la boca, divaga las márgenes
con
el nombre bien escondido.
Obstruye
voluntariamente su visión,
guarda
los adjetivos comprometedores.
No
designa las urgencias,
atribuyéndose una ajena atalaya
desde donde observa y teme,
sin consistir.
pichy
Estupendo, amigo. Tiene aire a revoloteo...
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, amiga. Si que tiene su revoloteo.
EliminarBeso
A mi me ha pareido un excelente poema, por su dinamismo, claridad y buena hilazón de versos que produce un buen ritmo. Está muy conseguido.
ResponderEliminarMuchas gracias. Abrazos
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