Cuanto
daría yo
porque abriesen
los recuerdos
las
puertas de la emoción
pintadas
de verde esperanza.
Y
que un cántico subordinado
abrazara
los contornos de la realidad
como
una consecuencia de los exhaustos días
en
los que el camino
se
llenaba con los pasos de mis pies
entre
ruidos de futuro y sufribles deseos
como
satisfacción enóloga.
Pero
los recuerdos son navíos zozobrados
en
el fondo de un mar,
cuyo
rescate, no tiene sentido,
pues
sólo el albur del momento,
produce
la existencia.
pichy
Pues la luz de Luvar, en este poema, ha trabajado como faro, pues lo has encaminado a buen puerto, aunque hay versos, que mejorarían al sintetizar.
ResponderEliminar"se llenaba con los pasos de mis pies..."
se llenaba de mis huellas o, rastros o, pisadas...
Besos
Muchas gracias, amiga. Me vale tu observación. Besos
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