martes, 12 de febrero de 2013

De tu voz



     

Valía tu voz surgida de la inclemencia
puesto que era tu gesto un viso de azul,
una promesa elegante de tributaciones
que esbozó un cielo, cuando todo era barro.

Un poema, copiado piropo,
más verde que un dólar,
provocó de tus labios el huracán
que me revela la vertical certeza,
cuando tu voz timbra de luz
los disturbios de mentales ocasos.

Un deseo de venerar la sencillez,
a contrapelo de las majestades
nacía de tu voz
para crecerme todos los diciembres,
en la esperanza de cada año nuevo.

Era una catástrofe de rimas amorosas,
entre las olas, de aquellos recitales
en tu voz, de angelical estudio,
placentero al desvarío.


pichy

8 comentarios:

  1. Nada, que no hya peor ciego que el que no quiere ver!

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  2. Como el auxilio lleva nombre, me mantuve al margen...
    Me gusta el poema, aunque creo que no es necesario que "tu voz" aparezca en todas las estrofas, pienso que se sobrentiende.

    Un beso.

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  3. Ah! no, amiga, solo lleva nombre; porque Luvar me preguntó si lo había borrado (porque él lo recibió y después no le aparece), entonces me di a la tarea de buscarlo,y, al encontrarlo le envío llamada de auxilio. Al ver que no responde al llamado, se lo envío por correo...y expreso lo del día 25. Yo se los presento, todo, a los dos por igual —porque de los dos saco provecho—, incluso, algunos sólo han quedado con tu respuesta (que me ha bastado).También, porque puse muchos juntos, y tú, presta, habías comentado todos, menos éste, y pensé, que con un SOS, bastaba.

    Pienso que tienes razón, no hay necesidad de repetirlo, quizás, en la 3ra estrofa se justifique un sinónimo —para redondear la idea—.

    Gracias + Beso

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    Respuestas
    1. Mi respuesta llegará cuando se quite este frío que no me deja mover, ni los dedos, ni las neuronas.

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    2. No, no puede ser...estaré leyendo mal. Ahora, si me dejas lelo...pero, si pasas la vida añorando el invierno; pero, si lo que no soportas es el calor; si dices que eres un hombre del frío. Querrás decir, que lo estás analizando.
      Bien, yo en el banquillo, esperando.

      Abrazos

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  4. Al fin llegó tu voz
    a oirse en mis oidos
    en la inclemencia
    de mi desidia,
    machaconamente voz, voz,
    voz de amores pasados
    en la imagen
    de un buen poema,
    donde, si se suprime,
    tu voz,
    deja de ser tu poema.


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