jueves, 3 de marzo de 2016

LA LIRA Y EL SUEÑO





El fruto del sueño,
es como una ausencia de violines
en una banda sinfónica,
donde solo suena el aire.

De mayor, se recuerdan los lienzos
que hay en la memoria, donde se guardan
aquellas imágenes, que sirven
para tener los ojos abiertos,
amar las pinturas al óleo,
el corazón palpitante,
una lira inmensa en el regazo
y tantear con los dedos
las notas de dichos sueños.

Después...morir en secreto.

© Luis Vargas Alejo

2 comentarios:




  1. Solos.
    Morimos solos,
    -como al nacer-

    El silencio es audible
    cuando calla la orquesta.
    Resuenan los recuerdos
    de los sueños de antaño
    bajo la piel.

    Se palpan los colores
    por su calor o frialdad.
    Un tapiz avejentado
    colgado en la pared.

    Con sus sombras,
    a veces regresan
    los fantasmas del miedo.


    Nieves.


    Más que bueno, querido Luis.
    Dulces sueños.
    Besos.


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