Rendido, le vence el sueño,
mientras su imaginación vuela
junto a los borradores desechados.
Blanco y negro:
negativos colores de sus locuras.
Ensimismada, ella lee a sus pies
el resultado de su esfuerzo.
Amanecía entre penumbras
sobre el incierto camino
sin un claro horizonte.
Merecido descanso,
con la soledad que asiste
a quien escribe y quien lee
en medio del sembradío.
Se palpa el silencio...
Quizás le exigió mucho
en sus repasos constantes
para rematar su obra.
-Su agotamiento valió la pena-
O no...
Puede que sea otro comienzo
cuando la paleta de la vida
vuelva a pintar sus misterios.
Nieves Merino Guerra
Canarias - España
04 de marzo de 2016
No me gusta mucho este poema, porque me parece muy narrativo, y el poema no debe ensalzar a la rosa, sino crear la rosa, decía Huidobro. Lo que no cabe duda es que has aprendido rápido a hacer versos libres-blancos.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo:
ResponderEliminarA mi tampoco me gusta. En realidad, fue un reto que pusieron en la red. Se trataba de eso, de definir la imagen en versos. Pero me salió fatal, a toda prisa y a última hora, sin repasar.
Lo dejaré como error para no repetir, o puede que vuelva sobre la imagen a ver si me sugiere algo poético, En aquél momento - y ahora- apenas me sugiere nada.
Gracias de nuevo, querido Luis.
Acertadísimo siempre.
Besos...