Recibí de los ladrillos,
que cimientan la vida,
el vacío de sus agujeros.
Huellas de zancadas cortas
y grandes hendiduras
Todo cuanto avanzo
arrastra hileras de polvo
de los cordones sin amarres.
¿Dónde está la libertad
en las alas de un pingüino?
Begoña M. Bermejo
Este poema no me ha salido en el correo.
ResponderEliminarCreo que es un poema triste pero muy bien construido con mucha síntesis y ritmo.
Que bien se me da, amiga. Me resulta muy bien logrado. Felicitaciones!
ResponderEliminarBesos