viernes, 12 de abril de 2013

Las experiencias



    

Las experiencias poseen la pesadumbre 
esplendorosa de un espejo rotulado.
Mucho desaparece en lo brumoso
de tanto sosegarse a la monotonía
en lo dilatado de los andamiajes
que esbozan la existencia.
Los repasos ciñen los olfatos
y el suspiro retrocede, cumbre arriba,
por una celada antiquísima;
presente y mañana derriban justo al nervio.

Un arcaico vínculo forma las suertes,
gira su ocultación, carente de credencial
humedece la exigencia y se torna llaga.
Residencia fabulosa en que se reúnen
las aflicciones que brotan del azogue
activadas encima de la hendedura.
El galvanizador civilizado corteja su aureola
inmutable a viento y marea,
impone el herrumbre en la escala;
una reflexión se difiere
y desploma en alucinaciones.

Las experiencias juzgan detenerse firme
ante terceras márgenes
con veladores denunciantes de la trama
y escarpines ligeros para franquear columnas
al vuelco que salva la estirpe sin patrocinio.
Porque, en los muelles, claudican
con las trascendencias ingenuas.  

pichy

6 comentarios:

  1. Te lo he rectificado un poco en cuanto a gramática y sintaxis para obtener los beneficios de la síntesis y el ritmo. Leelo. (Por ejemplo, el adjetivo va muchas veces mejor delante del sustantivo; los "que" no deben ser muy repetitivos y los plurales deben llevar una "s" o un es" como es en este caso -Las experiencias juzgan detenerse firmes- "juzgan en 3ª persona del plural: juzgan ellos, por lo tanto, la acción del verbo ha de ir en plural)
    De política no sabré, pero de esto sí.
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    Las experiencias poseen la explendorosa
    pesadumbre de un espejo rotulado.

    Mucho desaparece en lo brumoso
    de tanto sosegarse en la monotonía,
    en lo dilatado de los andamiajes
    que esbozan la existencia.

    Los repasos ciñen los olfatos
    y el suspiro retrocede, cumbre arriba,
    por una celada antiquísima;
    presente y mañana derriban justo al nervio.

    Un arcaico vínculo forma la suerte,
    gira su ocultación, carente de credencial,
    humedece la exigencia y se torna llaga.

    Residencia fabulosa en donde se reúnen
    las aflicciones que brotan del azogue
    activadas encima de la hendedura.

    Galvanizador civilizado corteja su aureola
    inmutable en el viento y la marea
    e impone la herrumbre en la escala;
    una reflexión se difiere
    y desploma en alucinación.

    Las experiencias juzgan detenerse firmes
    ante terceras márgenes,
    con veladores denunciantes de la trama
    y escarpines ligeros para franquear columnas:
    vuelco que salva la estirpe sin patrocinio.

    Porque, en los muelles, claudican
    con las trascendencias ingenuas.

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  2. Sí, que me llevas ventaja; pues, no soy ducho, ni en esto ni en aquello.

    Notados los señalamientos.

    Muchas gracias + Abrazos

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  3. Tus convicciones férreas y firme te hacen grande. No lo dudes.

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  4. Me ha gustado mucho, amigo. No hago señalamientos, pues estoy deacuerdo con Luvar.
    Un beso

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