lunes, 28 de diciembre de 2015

EL CALENDARIO

EL CALENDARIO

Cuando acabe de escribir este poema
se habrá caído la última hoja del calendario
y menos mal que compré otro
porque si no, me quedaría sin futuro y sin días
y eso, debe ser tremendo,
pues aunque el ciclo de traslación de la tierra se repite
podría darse el caso, que tal planeta, cambiara el rumbo
o con el efecto invernadero, no se distinguieran
las estaciones solares, y entonces ¿qué?
entonces, aunque midiéramos con nilómetros, los niveles de agua,
estaríamos confundidos
y sembraríamos cuando no es época, y andaríamos entre la niebla
sin rumbo ni destino,
y así pues,
nada mejor que comprarse un calendario nuevo
y pase lo que pase,
estaremos seguros de cuáles son las calendas de cada mes
y poco a poco
arrancando hojas del calendario llenaremos los ciclos de la edad
y sabremos que con la calenda de enero comienza el nuevo año
y año tras año,
nos iremos arrugando, achicando y muriendo
porque el ciclo vital del ser humano es un año largo,
que empieza con el nacimiento y termina con la muerte,
pero a todo el mundo le parece corto
a pesar de que el calendario diga, anuncie y marque
lo que quiera.

© Luis Vargas el Alejo




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