domingo, 20 de enero de 2013

POEMAS DESDE LA OFICINA_Hipertensión


HIPERTENSIÓN


 

Sentado en un sillón

tecleando ordenador

atiendes a un señor

y contestas al telefón.

 

Cigarro tras cigarro

se va irritando el corazón.

-¡Que mareo!-

Me agarro con las manos al sillón.

 

Y de pronto una voz:

-¿es Vd. El jefe de sección?

-Si señor.

-Pues tengo un problemón...

 

-Siéntese, por favor, cuéntemelo.

(Aprovecho la ocasión,

Intro, intro, intro...)

-¡Mire!, soy... el del camión...

 

Y entonces llama el Director:

-¿puedes venir al despacho?

-Un momento, ¡si señor!

¡Intro, intro, intro! ¡Que empacho!.

 

-Espere señor cliente…

me llaman de Dirección.

 

-¡Vaya, vaya!

-¡Gracias, es un instante!

 

¡Rin, rin!. - Otra vez el telefón...

 

-¿Quién es?.

- ¡Tres llamadas hay pendientes!

(¡&,$,=,2,::,%,#,”||,##’^^{xxxÇ}!) (improperios)

¡Oigo música de saxofón..!

¡que digo de saxofón, de trombón!.

 

-Señorita, dígales, que dejen su dirección.

-¡De eso nada!: se pone Vd. al telefón.

-¡Y un jamón!. Me llaman de Dirección.

 

(300 expedientes esperan en un montón)

 

¡Intro, intro, intro!. ¡Que follón!.

 

-¡Voy a ver a D. Ramón!: Sí, Sr. Director, Sí Sr.

 

El cliente se incomoda. Intro, Intro..

Los Agentes repiten su canción:

-¡Qué pasa con mi reclamación!.

 

-¡Espere, por favor!. - ¡Noo!.- ¡Una solución!

Aún no tenemos la numeración

ni la aceptación...

¿que hacemos con esta citación?.

 

¡Autorización, autorización, autorización!

 

-¡Pero si nos falta el conductor en la declaración!

 

-¿Cómo qué, perdón?...-¡que mamón!-

Me dice que lo llevará a la Comisión.

 

Autorización. - Intro, F3,F3,F3, Intro. -

Tensión, tensión, tensión, ¡Que  Finstro!

 

 

¡ Hay!, el corazooón...

Se me sale por la boca el corazón.

 

(¡Y todavía dice Pedro que sobra un tramitador!)

 

¡Que cabrón!

 

Si aquí falta un batallón...

9000 siniestros al año. ¡Un dramón!

 

Solo tres personas para la tramitación

-¡¡Miguel!!. - ¿No esta archivado el mil veintidós?

 

Intro, intro, intro,

 

 

- ¡Ricardo! ¿Dónde está la apelación?

 

-¿La del Juzgado número Dos?

Señor cliente, ¡Adiós, Adiós!

 

¡Rin, rin!...

 Otra vez el telefón

¡Dígame!. ¿Cómo qué?. ¡¿Un millón?!.

 

El trabajo se hace mal. No puedo respirar

¡Que irritación!

El cigarro se consumió. ¡Quince llevo ya!

¡Que impotencia, qué sensación!.

 

- ¡Sí, señor Director!. Enseguida acabo su informe

pero tengo un correo urgente, un señor, tres pagos,

papeles un montón...¡Vd. debe darle una solución!

o a mí me dará un infarto o tres amagos...

 

Acabaremos mal.

Intro, intro, intro.

 

- ¡Facundo, esta noche a trabajar!

- ¡El informe, por favor!. -¡Que ya  vaaaa!

-¡Qué agobio, me siento fatal!

 

A las cuatro tengo reunión

y aún no despaché lo del camión...,

tampoco estudié la apelación

ni preparé el comité de valoración.

 

Tensión. ¡Ahora un tambor!:

¡Pom, pom, pom!

¡Que mareo!. Me vuelve a doler el corazón.

-El teléfono otra vez. ¡Qué desazón!

 

(No me puedo concentrar en ninguna ocasión).

 

¡Intro, intro, intro!, F3,F3,F3, ¡Intro, Coño!

 

¡Ya no siento ilusión!.

¡Hay de mi  profesión

que amé con tanta emoción....!

Se me ha convertido en HIPERTENSIÓN.

 

Ya no podré sentir sin peligro la emoción  (se oyen llantos)

pues tengo roto el corazón por desazón.

¿Acaso esto es una buena organización?

 

Y una voz empresarial difusamente apagada decía:

-si no rema, re-ma, re-ma, y echa espumilla

no estará más en plantilla

¿se pone malo por añadirle más  trabajo que podía?

 

-¡Que osadía!.

¡solución:!: ¡In-ca-pa-ci-ta-ción!.

 

-¡Hay, Señor! (Digo yo): -Tengo un valor añadido

pues por trabajar estressado en Aegón

soy hipertenso perdido

¿no me digan Vds. que no es un “marrón”?

 

Además de mi trabajo, mi inteligencia y buen hacer,

también controlan el tic-tac de mi corazón

eso sí, por un sueldo ramplón

y un pequeño incentivo como valor añadido.

 

Pero como hay que remar… diré:

¡Que placer!

¡Que bien me siento con mi hipertensión!.

No cabe duda que me siento realizado y agradecido

y remando como un Cabrón...pues...  ¡¿Qué le vamos a hacer...?!

 

Y así fue

Como decidí hacerme poeta y pedir la jubilación:

todo tiene su por qué.

© Luis Vargas Alejo 

 

Granada a 17 de Enero de 2004.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

7 comentarios:

  1. Ala! Qué bien salió con su jubilación...nadie imaginaba la tamaña depresión, la crisis, la devaluación, y la peseta al montón.
    Bah! De todas formas, si sacamos bien la cuenta —sin entrar en comparación; con otros más desafortunados—, tenemos, que has gozado y poco sudado...hasta la crisis en cuestión. Además, piensa que sigues siendo un afortunado: sí, señor. No olvide mirar la lado, donde están los indignados, los sin casas, los sin curralo, los del pan con aceite y ajos, los del 85% -cuando Ud califica, dentro del beneficiado 15%, y aquí, si valga la comparación; porque, hay millones, que sueñan tu posición–. Jajaja, que este mundo es un follón.

    Abrazos

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    1. Me salvé porque Dios quiso, pues en 42 años de trabajo bien sudado y exprimido, nunca obtuve la recompensa requerida, a cambio recibí muchos golpes, muchas broncas, muchas sinrazones que me proporcionaron muchas -varias- depresiones que aguanté con pastillas sin dejar un solo día de ir a mi trabajo, pues a pesar de mi coraza, sufría como pez fuera del agua. Y ahí quedaron esos versos que hoy he puesto aquí, en el sitio adecuado y en el momento oportuno. Y aun pareciendo afortunado, no he sido más que, un fracasado, que quería ser poeta y solo fui, "chupatintas de seguros" grumete de la vida y vigía en el palo mayor. Y lo que vi desde arriba y lo que veo ahora desde abajo, fue siempre lo mismo, "indignación" miseria y desencanto, pues aquí no dejó de haber siempre crisis que, si bien hoy se culpa a la europeización -y es una buena excusa-, en verdad la desazón, la provocó siempre el mal reparto de la riqueza que los grandes capitalistas, mandamases y gobiernos, nos apretaban el cinturón, mientras ellos cumplían bien aquel refrán que dice "quien parte y reparte, se queda siempre con la mejor parte" e iban engordando y desabrochándose el cinto para darse más cavidad a sus tragaderas. ¡Cuantas veces durante el franquismo he oido yo "hay que apretarse el cinturón" y después también y ahora mucho más, pero ellos, ellos, no se lo aprietan jamás...¡este mundo es un follón!

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  2. De infarto!!!, por aquel entonces las rimas bombeaban con fuerza.
    Besos

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    1. Por aquel entonces, -que es como el hoy de ahora- si no rimabas no era poeta ¡qué digo yo! ¡si no rimabas no te entendía nadie y aún así no te entendían y había que ser camaleón para adaptarse a los caprichos del capital; a los jefes ponerles una cara y a los subordinados otra, y mentir si era necesario para conservar la verdad y la vida. Como Pedro que negó tres veces cuando cantó el gallo. Es un tema muy profundo, cuya historia he tratado de escribir mil veces y no puedo...o quizá no sepa.

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  3. Bien me hago cargo de todo lo vivido por Siul; pero, quiero que estés lejos de la depresión, y te "pincho" para tirarlo a mofa.
    No eres ningún fracasado, y lo sabes, has logrado, lo que muchos con todas las oportunidades del mundo, no logran. Te realizaste en una profesión, que requiere preparación y habilidades. Eres un hombre culto, de ideas claras y principios. Y, por si fuera poco, un buen poeta. Ah, que se me olvidaba, también, eres pintor...qué más quieres! Hombre, cuánto quisieran!

    Abrazos

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    1. Más creo estar que ser: estuve en una profesión, estuve intentando ser culto, estuve con los principios y los finales, estoy haciendo poesía, y tambien estoy pintando, cuando escribo un poema o cuando pinto...pero lo que quisiera es, antes de morirme, ver un mundo mejor, sin necesidades de tantas revoluciones y, por supuesto, sin tantos "salvavidas y mesías" pues somos todos, polvo de la tierra.

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