EL ORDENADOR
Si te miras tanto en el ordenador
Se te puede reflejar tu idiotez
Porque los ordenadores son tontos
Y solo hacen lo que les dices
O sea: tonterías.
II
Por dentro están vacíos como tú
Y nadie sabe bien por qué funcionan
Virtualmente son virtuosos
Y su realidad es muy “chic”
Pero su voluntad
Anula la tuya y viceversa.
III
Pero es tan necesario hoy
Tener un ordenador
Que si no lo tienes
No eres nadie
Y casi, casi, no tendrías
Nada que hacer.
Gracias al ordenador haces algo.
Sin él, ¿Qué podrías hacer?
IV
-¿Te vienes a tomar un café?
-No, no: tengo mucho trabajo...
en el ordenador-
¡Ah, bien!....
Si, si, es fundamental,
¡Tanto, tanto!
Que todo lo que se empieza en él
Se termina haciendo a mano
Cuando menos te lo esperas
Se estropea
Es malévolo y misterioso
Tan listo como tú lo seas
Pero al año se queda obsoleto
Y tu adicción
Te hace sentirte muy mal.
IV
Nadie sabe que hacer
Con un ordenador personal
Pero se pasa horas y horas
Delante del mismo
Como si esperara encontrar en él
El secreto de la verdad
La reencarnación de los muertos
O al Mesías prometido.
VI
Y ya, para colmo,
Con él se entra
en Internet portal a portal
para descifrar
Cosas sin interés
Tan interesantes
Que te hacen perder la noción
De la esencia de tu ser.
Y cuando ya no puedes más
Te pones a “chatear”
Para hablar de chorradas
A gente imaginaria
Tan chorra como tú.
VII
Desde luego hay que reconocer
Que esto del Internet
Es un avance fenomenal
Porque la solución del hombre está
En el ordenador personal.
VIII
Ya se ha resuelto el problema
De la esencia de la humanidad
(aquello que nunca se había palpado
(ni visto, ni
examinado, con tanta claridad)
Se nos ha descubierto la idiotez:
Listas interminables de datos
Complejísimas y sin sensatez
Que te sirven para una vez
Dos o tres, y después
De muchas horas de tozudez
De cansancio y gilipoyez
No te sirven para nada.
Se te ha pasado el tiempo
Eso sí,
Has olvidado tu realidad
A cambio de una virtualidad
O apariencia de importancia
Que de virtud tiene
Lo mismo que tu imbecilidad
Y así eludes la sociabilidad
Tu familia, tus amigos y tu infancia,
Aunque siempre hay excepciones
Y algunos, gracias a él,
Dominan lo empresarial, se quedan
calvos, aman en la distancia,
Se hacen más reflexivos y hasta creen
Que el status social es un chips
Y si no
Que se lo pregunten a Bill Gates.
IX
-¡Pues yo manejo el Word
el Carr, el Acces, la Excel
y diseño columnas con filtros
y con finstros.
¡No, veas!
Tengo un aparato con megas a mogollón
¡Un follón!
Herzios y
CD-Room
Memoria
expandida y extendida
Y una memoria
RAM
¡Qué es la
leche!
Una tarjeta de
Mc. Kintos y otra de Microsoft
Que come bytes a
cientos
¡Jo, macho, cómo
mola!
¡Con las dos mil
Gigas
Guardo datos que
te jiñas!
X
Total. Que te compres un ordenador personal
un iPad, un iPod, un portatil -da igual-
Y serás un
idiota moderno fenomenal
Y aunque no te
sirva para nada
Podrás jugar a
juegos de diversión
© Luis Vargas Alejo
Granada Enero 2005
Bueno, amigo, ya por la fecha, sabemos ques es un poema viejito, donde comienzas los versos con mayúsculas —a la vieja usanza—. No deja de resultarme interesante, sobre todo, porque lo comparo con tu forma actual, y noto los cambios.
ResponderEliminarGracias por presentárnoslo.
Abrazos
Efectivamente amigo, y tengo alguno más así, eran tiempos de oficina y "mala leche", versos muy espontáneos y que nunca edité y he querido que hoy estén aquí, después de 9 años de ausencia social y empresarial y tras haber ido al entierro de mi compañero -abogado- Raul, el día 7 de este mes, al que le di una mesa en mi despacho, le hice "contramestre" y le tuve siempre como buen amigo y mi brazo derecho, quedándose en mi puesto cuando yo marché jodido y que en 9 años no se dignó jamás llamarme a ver como me iba la vida...A su esposa le dieron el pésame beso a beso en el cementerio y quedando yo el último y llegar a darle el pésame, fue al único que se le abrazo y lloró sin soltarme, durante casi un minuto. Yo también lloré porque, porque Raúl Hernandez del Castillo, fue durante 14 años, mi amigo.
EliminarIngenioso y de mucha razón.
ResponderEliminarBesos
Triste historia, amigo. Aunque, sucede más de lo debido y todos hemos sufrido.
ResponderEliminarAdelante, con lo de ayer y lo de hoy; que siempre, tus poemas, me traen algo de valer.
Abrazos