Emigro disuelto a través de
cuerpos de agravios.
Básculas innombrables me calculan
Básculas innombrables me calculan
abriéndome los costados más
serios
de las palabras que guardo para
el exterminio,
porque todo habré de confesarlo ese día
porque todo habré de confesarlo ese día
cuando el nombre poco importe
y la sal dulcifique la boca.
No habrá votos para un pequeño regreso
a las tenencias y el disfrute.
Camino consciente de que los
profundos quejidos
no me salvarán de la orgánica
demencia
por los recalos lúbricos a los
puertos carnales
de los desbordes fieramente
felices del placer
que mostrándonos el cielo, lo
desmerecen.
Recrearé las fibras y metales
que alivian las tesuras
para fingirme vivo y rebelde
hasta el final,
en que me juzgarán los adversos
y perderé sin reconocer mis
desarmes
ante los santos devoradores del
hombre.
Pichy
La apariencia se confiesa y avisa de derribo. Los versos largos me van muy bien al poema, semeja un silencio interminable, que agoniza.
ResponderEliminarMe resulta un poema, intimista, estupendo, donde el lector se puede ver reflejado.
Besos
Muchas gracias, amiga. por el lúcido comentario.
ResponderEliminarAbrazos
Es un poema importante al que le sobran adjetivos y adverbiales
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo. Pues, bien deberías quitarles los adjetivos y adverbiales sobrantes. Hombre, que todo buen corrector...corrige! Abrazos
ResponderEliminar(me estás debiendo una respuesta por interno, del último msj...qué cuando te da por hacerte el sueco...
Emigro a través de cuerpos de agravios.
ResponderEliminarBásculas innombrables me calculan
abriéndome los costados
de las palabras que guardo para el exterminio,
porque todo habré de confesarlo ese día
cuando el nombre poco importe
y la sal dulcifique la boca.
No habrá votos para un pequeño regreso
a las tenencias y el disfrute.
Camino consciente de que los quejidos
no podrán salvarme de la orgánica demencia
que hay en los recalos lúbricos de los puertos carnales
en los desbordes felices del placer
que mostrándonos el cielo, lo desmerecen.
Recrearé las fibras y metales que alivian las tesuras
para fingirme vivo y rebelde hasta el final,
cuando me juzgarán los adversos
y perderé, sin reconocer mis desarmes,
ante los santos devoradores del hombre.
Pues, me va bien tu propuesta. Noto y llevo a casa; para tallerear el poema, amigo.
ResponderEliminarGracias + Fuerte abrazo