viernes, 11 de septiembre de 2015

ALAS DE ÍCARO



POEMAS PERDIDOS

Cuando no queremos encontrar los poemas
es porque nos hablan de amores perdidos.

Un rayo fantástico me enamoró de tu ser
haciéndome trizas el corazón, tus palabras.

Y no pude sentir lo que quise de tus besos
pero nunca mentí si abracé tu cuerpo y lo amé.

Pero ni tú ni yo estábamos en el mismo punto
cardinal, en la misma corriente de los mares.

Y fuimos arrastrados por los pechos de las olas
equidistantes del mismo punto emocional.

Nunca mentí si te dije te quiero como sol de luna
y lo delataba mi cara al iluminarse en tu presencia.

Y volamos en paramentes de ilusiones  imposibles
con los vientos cruzados y marchitos, de este a oeste.

Y esperamos un milagro que el tiempo no produjo,
que la controversia fuera como esperanza de náufrago.

Pero no. Todo fue como el vuelo de las alas de cera de Ícaro
que se derritieron al calor de la luz, cayendo al mar.

© Luis Vargas Alejo





3 comentarios:

  1. Se me da el poema, amigo...
    Amoroso, que muchos dir'ian romántico...me recuerda a un poeta conocido, cuyo nombre no bien alcanzo...Julián?
    Me vale que de vez en vez escribas del amor, o que nos presentes estos poemas perdidos, que nos dicen que no sólo de pan vive el hombre.

    Abrazos.

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  2. Por favor, que las comparaciones son odiosas...¿crees de verdad que se parece a lo que escribe Julian?

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  3. No, amigo, ya quisiera...

    Nada, es solo que quise buscarte la lengua y jaranear un poco...En verdad el poeta se llama Julián?

    Bueno, Julian del Casal —si es al que te refieres— pasó a la posteridad, aunque con muchas opiniones encontradas.

    Ala! Que voy de prisa.

    Buen finde!

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