Corre la primavera
a beber agua en la nube
con la melena al viento
y una flor en la mano
Los suspiros del iluso
van creciendo
con la memoria que flota
en el olvido.
Y romances de romancero
aprestan juventud perdida
soñando con aquellos sueños:
jirones de la edad.
Y como el olmo viejo
hendido por el rayo
y en su mitad podrido (que contaba
Machado)
espero que me nazcan
algunas hojas verdes.
Nostalgias son respiros.
La tarde está cerrando:
a la luz de la luna
vuelvo a casa por la senda
muy cansado.
La cajita de música
está sonando.
© Luis Vargas
Con melodías de juventud
ResponderEliminare infancia
se inician los giros de la bailarina
sobre un espejo
que el tiempo arpó.
El imantado pie de su danza
acompasa el bucle del recuerdo;
añoranzas en la longevidad
de una música,
que propaga los temores (...)
como caja de pandora.
Elpis, sigue retenida...
No, es que he hecho una caja de música con madera de pino, pero no encuentro donde adquirir el artilugio de la música...y por eso tengo pena y canto.
EliminarBueno, pero si ya cantas tú, para qué quieres el artilugio
Eliminar¡Qué grasiosilla! para que cante el artilugio y suene y no me tenga a mi pendiente de si abren la caja o no para cantar, cohones.
EliminarMuy bien me resulta el poema, amigo. Muy bien.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias compañero
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