miércoles, 25 de septiembre de 2013

NUNCA SUPE POR QUÉ

Fruto de la ignorancia
no amasé bien el pan en el horno adecuado,
y con susto huí
dejando abandonados los enseres de hornear la vida
y fuíme a no se sabe qué lugar
con espacios desconocidos y levitas largas
como soñando fugazmente y distraído.

Y así fue como pasó el tiempo
y bajé al sur
y no encontré nada nuevo ni diferente,
sino puertas cerradas que abanican el aire
y desnudan la capacidad de las ilusiones,
como nubes que transportan
aguas de borrajas.

Cuando quise segar el trigo
molerlo en la piedra del futuro
enseñorear la tierra
amasar la harina y el agua
y vender el pan:
había pasado tanto tiempo
que estaba rancio.

En el armario de vieja luna
se reflejaron los fracasos y los miedos
y fue duro volver a empezar.

© Luis Vargas

3 comentarios:

  1. Me resultan muy bien el poema, amigo. Abrazos

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  2. Un lectura muy atractiva por su cronología poética, sugerencia y ritmo. El poema está muy bien amasado, se nota que lleva levadura, lo que le faltó al pan.
    Besos.

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  3. Lo atractivo, son tus perjúmenes, mujer, que me sulibeyan...¡ala, vaya piropo que te acabo de echar, como se entere tu maridito me mata!

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