jueves, 24 de octubre de 2013

Se desconocen



Nada los une en este presente
del desgaje y la osamenta.
Tiemblan ante las magnitudes elípticas
de cabezas desprendidas por los azotes
de estos raros vientos
en las cuaresmas neoliberales.

Nada les resulta.
Las azimuts de los astros
no les posiciona en lugar alguno
y la línea de la costa les confunde.

No hay sitio donde encajarse
suavemente en paz.
La razón cubierta de nubes
queda alejada de las relaciones
y la vida confunde.

Las ideas están en las alturas imposibles.
Frontales a las reminiscencias
entre las rocas y un nuevo sol
saturado de juramentos y bostezos
ungidos de promesas acomodaticias
bajo las pieles indescifrables
de extranjeras esperanzas.

pichy

8 comentarios:

  1. Usas tanto la abstracción que nunca sé a quién te diriges ¿quién son ellos? ¿son los mismos siempre? pues si es así, son unos pobres desgraciados porque les pasa de todo bajo tu perspectiva poética o son unos cabrones que dan esperanzas falsas. Es demasido indeterminado y el lector debe comprender fácilmente, porque no todos son tan inteligentes.

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  2. Muchas gracias, amigo. Noto tus observaciones. Pienso, que esto aplicaría, guardando las abismales diferencias, a Lezama, a Vallejo, y otros tantos cabrones poetas; que me hacen exprimirme la mollera, para comprender lo que quieren decir (que muchísimos; no sé, si lo que entiendo es lo que quieren decir, o, simplemente, juegan a que yo entienda lo que me acomode). Claro, no es mi objetivo emularlos; para nada, por lo que le daré taller, para tratar de clarificarlo. Pero, cuando me dices: “el lector debe comprender fácilmente, porque no todos son tan inteligentes.”, me vienen a la mente tantos poemas, de tantos poetas, que no me la ponen nada fácil —aunque, puede ser producto de mi falta de conocimientos, para entender el lenguaje poético y poder leer sus poemas: no lo dudo—. Te reitero las gracias y lo trabajaré a tu luz.
    Fuerte abrazo

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  3. Es que a lo mejor, auqellos que escriben en clave de sol menor mezclada con con arpegios en re sostenido o algún que otro trino de pájaros, pueden ser eruditos, pero de inteligentes tienen poco.

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  4. Sea, sea, amigo mío...Sin dudas, serías un buen boxeador.

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  5. No te rompas la mollera que ni Lezama, ni Vallejo, ni siquiera Luvar, escribieron nunca para que lo entendieran otros, sino para desaguar la ríada del alma propia. Los que analizan, comentan y critican, son simples envidiosos. Tu escribe como quieras y lo quieras, y si los demás son inteligentes o no, es sólo su problema. No es necesario que nos entiendan, sino que nos comprendan y acepten, nada más.

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  6. Oh! Pero, el amigo ha perdido los estribos! Qué cosa...hace unos minutos leía de su delicadeza.
    Sabes, anoche estaba leyendo un artículo de César López —poeta activo a sus noventa años—, en una de sus partes dice, más o menos: Lezama es uno de esos poetas que se necesita leer en voz alta; porque, cuando hermético: muy musical. Lezama escribía como vivía: bien despegado del mundo —a su manera—. Si te fijas en la vida de Vallejo; notas, que su poesía es tal su vida, es él.
    Yo sé que primero hay que dominar la poética; para después, poder hacer muchas cosas...lo que en Vallejo o Lezama es elevación; en mí es insuficiencia.
    Lo que tengo presente muchas de tus enseñanzas —y las definiciones de Octavio Paz; de las que gusto mucho—, pero noto que no las asimilo mucho; no pocas veces me crean confusiones…
    Nada, que soy un poeta enrevesado; que cuando escribo, poco o nada, pienso en el posible lector.
    Cada vez que me regalas esas contesticas (eufemismos, que traduzco, como: no estoy para perder tiempo contigo!)…Ah! Pero, bien discutes con nuestro Profesor, eh? Estás como los médicos: “haga lo que le digo; no lo que yo hago”
    Dios te guarde!

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  7. Yo no discuto por aquí ni por ningún otro lado: pienso en voz alta.
    Tampoco pierdo el tiempo cuando hablo contigo o con los otros. Os aprovecho para mi riqueza: después la reparto con aquellos que entienden que la riqueza no es material. Procuro que se me vea venir y digan: ¡mira, por ahí va! aunque la mayoría de las veces estoy escondido en mi casa porque no me merece la pena, ni ver a nadie, ni que me vean. Y además procuro escribir clarito, pa'que se me entienda:

    Aparta de mi la agonía
    de ver un mundo insatisfecho,
    lleno de ampollas con sal
    y versos quebrados sin luz.

    Déjame todavía
    que pueda abrazar los sauces
    que sombrean la vera del río,
    cuyas aguas sagradas lavan
    las penas y las culpas del mundo.

    © Luis Vargas

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  8. Piensas en voz alta...que bien! No está mal el poemita. Abrazos

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