Apegado en la institución de un
rugido bronco
se desfasa de la multitud y cae.
¿Será por ese desgajo
que los astutos disponen a su
alrededor?
Les pido clemencia para el
caído
y los encaros me detienen
donde las palabras hacen los
desencuentros,
donde florecen las
conveniencias
desdibujando entre las sombras
el fuego de la raíces.
Pichy
Un poema que me trasmite temores humanos.
ResponderEliminarEl segundo "donde" de la segunda estrofa quizá lo cambiaria por una "y", aunque no estoy muy segura.
Me ha gustado, amigo.
Besos
Muchas gracias, amiga. Celebro que te guste y noto obs.
ResponderEliminarBeso
Como ya he visto que este poema ha sido premiado en PsP ¿qué puedo yo decir de él?
ResponderEliminarHombre! Qué a veces pareces un crío, señor!
ResponderEliminarEste poema fue presentado aquí, antes que allí. Bego lo comentó; tú andabas con tus seborucos en la vesícula...entonces, a falta de otro lo presenté en PSP —que si te fijas, presento sólo uno al mes—.
Así, que tenga UD la bondad de hacerle su beneficio al poemita.
Abrazos
Soy un crío mal criao
ResponderEliminard'esos que andan por la rue
con chambergo y bastón
acicalao
con aromas de rosas
poeta fracasao
que no tengo
explicaciones
pora la parvedad
del material de mi obra
porque ahora vivo rajao.
Chulapo de nacimiento
¡que Madrid no es lo que era,
ni Grana es lo que fue:
el mundo es una porquería, ya lo sé
¡sí señor!
Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo
todos manoseados.
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón...
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón.
Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás...!
¡Dale, que va...!
¡Que allá en el Horno
nos vamo’a encontrar...!
No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste honrao...
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley...
Güeno que te ha quedao
ResponderEliminarAbrasos
Pd.- Sí, con ese...