Tengo versos en la vesícula
llena de barro y arena
que carecen de ritmo y acentos
como malos versículos
que juegan en las entrañas
al son del tururú.
Hoy estuve en la ópera
a ver si me operaban
en algún escenario cantado
con música de Händel
Vivaldi o Puccini,
pero como un pájaro de fuego
ni Stravinsky ha podido
ayudarme a realizar mi ópera prima
y tendré que esperar seis semanas
para que me operen los versos malditos
de mi versícula.
© Luis Vargas
Me resulta estupendo, amigo; porque has logrado un ritmo maravilloso.
ResponderEliminarAbrazos
Es el ruido de las piedras
Eliminarque de la Senda saltaron
a mi entrañas
y compusieron el ritmo
de los versos encantados
parecido al ruido que atontece
de las bolas chinas.
Muy bien la faena. Gracias a ti, la Senda se queda libre de piedras; por lo que tropezaremos menos.
EliminarAbrazos
El poema muy bueno. Deberías dedicar un poema al cirujano camionero, no vaya a ser que no sepa por donde meter mano...
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te vayas recuperando.
Besos
Bueno todavía no me han operado, haciendome un favor -porque hay años de espera- me dieron papeles para internarme, para el anestesista y el cirujano -que puede ser el "camionero" u otro y me dijo la Jefa DE CIRUJÍA QUE SOBRE 6 SEMANAS ME LLAMARÍAN, es decir en pleno calor para asfixiarme, dormirme y agujerearme la tripa como cuatro balazos...
ResponderEliminarYa empezaste con el calor...cómo se llama la fobia al calor?
ResponderEliminarEs que, tú no, pero el resto del mundo estamos pendiente del Mundial de fútbol. Verás como te llaman para sacarte los seborucos, tan pronto se entregue la Copa y pasemos a la normalidad. Paciencia, hombre!
Abrazos