jueves, 10 de marzo de 2022

25-01-2021

Un transparente velo se dibuja

en los altares de mi recuerdo,

una imagen, una amistad

que se disipó en las sombras

hace hoy un año.

 

Y recorrimos en un bajel pequeño

la mar de parte a parte

sin movernos de una computadora,

yo aquí, tú hallen de los mares

como los vientos alisios y monzones.

 

Y así recorrimos nuestras vidas

durante años, como poetas errantes,

por una senda imaginaria

que fuimos construyendo de a poco

con nuestros pies descalzos.

 

Y como náufragos en una ínsula

construimos una choza con poemas

con versos intransitados, tesoros

vivenciales, desde Granada

a la Habana, desde donde partiste

hacia el Paraíso y me dejaste solo.

 

Espérame, amigo, que pronto llego. 

Desde que tú te fuiste, padre

han pasado muchas cosas

y te cuento:

yo tuve un buen trabajo

y alimenté bien a mis hijas y mi esposa

pero ella se cansó de mí, quería ser libre, dijo,

y me pidió el divorcio, y me quedé muy solo.

 

Otra mujer me salvó del abismo,

nos casamos y tuvimos otra hija

y yo sufría por las otras

mamá se hizo muy viejita y me la traje conmigo

aquí, ya sabes, a Granada,  y murió hace mucho ya

y no sé si estará contigo,

 

Carlos quedó solo en casa y de turbia soledad

también se fue desde Madrid al cielo

y pienso que también estará contigo.

 

Yo me hice viejo y procuro ser bueno,

paseo por las mañanas

y canturreo como lo hacías tú

unas vez solo, otras con Ana, ¿te acuerdas? 

la segunda hija, y ella me chilla y me regaña

cuando no ando y yo me callo y me digo

¿dónde estará mi padre?

 aquel que paseaba conmigo y al que yo nunca regañé, ni regañábamos,

porque tú, papá, para mí, fuiste

los más grande.

 

¿Me escuchas? bueno, pronto estaré contigo

y hablaremos de cuanto pasó desde que te fuiste

y me dejaste muy, muy, solo.

 © Luis Vargas Alejo

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.