Una
noche cerrada de un mes cualquiera
se
abatió sobre mi ánimo y sentimiento
el
insensato morse de la estrellas
que
acunan indescifrables melancolías.
Fugazmente
una cayó en el campanario
y
repicaron las campanas dando velas
al
unísono del sueño.
Unicornios
volaban a mi alrededor
y
un sin fin de pensamientos
se
iban envueltos en el humo de mi cigarro
como
un bruma.
Tosí,
me ahogué, perdí el sentido
y
oí el canto de un coro de fantasía.
Cuando
desperté, estaba muerto.
© Luis Vargas Alejo
Es indudable que el fumar mata, pero vivir envueltos en sueños solo son placebos.
ResponderEliminarMe ha gustado. Besos
jejejeje, sobre todo si son plácemes poéticos además que fumar no mata, lo que mata es el tabaco, sus aditamentos, su precio y los políticos que prohiben fumar tabaco, pero lo siguen vendiendo porque las ganacias para ellos son TREMENDAS, como al amianto, la polución, los residuos nucleares, las armas de fuego o las abstenciones gubernamentales porque no le dejan mandar a Él.
ResponderEliminarMe entristece el tener que llegar a situaciones límites para darse cuenta de que el cigarrillo no es un sedante, ni analgésico, ni laxante, ni mejor compañero.
ResponderEliminarLo aprendí cuando llegué a ,casi, no poder caminar por tener mis arterias calcificadas y gracias a la sabiduría del Dr. Fernando Lucas, quien me implantó, ni se como describirlo, pero en palabras fáciles, suplantó mis arterias conectando un tubo, a una arteria debajo de mi hombro derecho y ( tengo 2 incisiones inguinales, una debajo de la mama derecha y otra cerca del hombro y no se que mas) salí caminando del Sanatorio,al que me llevaron de urgencia en silla de ruedas, un 5 de septiembre de 2014, y a partir de ese día jamás volví a fumar. Recuerdo que al principio estando en casa, como un autómata me encontraba, sin saber el motivo, abriendo el cajón donde anteriormente guardaba los cigarrillos, cuando me daba cuenta me ponía un chupetín sin azúcar en la boca y así fue desapareciendo esa mala costumbre y necesidad. Hay que poner ganas y actitud y les aseguro que se puede!!!
Luvar, mi querido amigo, espero estés bien de salud y otros logren entendernos por la salud de ellos mismos.
¡¡¡NO AL CIGARRILLO, NO AL PUCHO, no a tantas cosas estúpidas que matan, SÍ A LA VIDA!!!
Besos y sonrisas muy azules
Lilian
Buen poema, amigo. De muy buen decir. Sí, el cigarro mata...cuando se fuma: claro esté, porque, cuando está apagadito en su cajetilla es inocuo. Si todo el dinero gastado en cigarrillos, estuviese en una cuenta bancaria...la campaña contra el tabaquismo es grande, pero, parece que las ganacias también; porque nadie prohibe su venta, ni su propaganda. Claro, el daño no es moral ni crea mayores situaciones adversas a la sociedad: como la morfina, la cocaina, y otras de las llamdas drogas fuertes, que no sólo destruyen al consumidor, sino que amenazan la estabilidad de la sociedad.
ResponderEliminarAbrazo
Abrazos