Se tomó siempre la vida tan
en serio
que nunca vivió la vida
¡vivir para ver!
cuando nací y me asomé a la
ventana
me dije:
¡ay va, ay va! ¡qué serio va
D. Julián
por la calle de Alcalá con su
bastón y bombín
pensando cómo, joder a los
demás!
Que el amor es un juego
abierto
de par en par
que el trabajo una maldición
que la familia es un gran
"coñazo"
y la política y la justicia,
¡ja!:
una broma del destino.
Que me organizaron la vida
y de primeras me pusieron
pañales
pa no manchar
después al colegio a aprender
a sumar y dividir
después me pusieron a trabajar
y me enseñaron las normas de la
buena educación
de lo políticamente correcto
de cómo orinar sin gotear la tabla
del sanitario
y al final
siempre estuve custodiado por
la guardia civil
y nunca disfruté de libertad.
Hay teorías, sistemas políticos,
religiones,
maneras diferentes de hacer jardinería
de guisar guisos en la cazuela
y tomarse la vida o en serio o
en broma
o haciendo poesía.
Y nada vale para todo, o todo
no vale nada
sin embargo: ¡sigue la bola!
© Luis Vargas Alejo