Manos
anónimas estrangulan la belleza
cuando
la sinceridad nos desnuda;
porque
la consciencia libera los versos
y
ese fulgor transfigura lo justo
en
irreverencia.
Sublime
la voz que maldice
la
injusticia, sin dobleces,
el
hambre sin esperanzas
y
ese miedo al amor
—tan
doloroso—.
No
me hablen del olvido
y
su inmundicia.
Quiero
escuchar de las réplicas
de
los golpes devueltos
de
escalar nubes
—sin
temor a los abismos—.
Pichy
Y aparecido entre versos causticos/va cauterizando las heridas/de los injustos olvidos/de la irreverencias/de las réplicas de los golpes/buscando el amor que escala las nubes. BIENVENIDO AMIGO
ResponderEliminarBuena cara para comenzar el año. Gracias + Abrazos, amigo.
EliminarEste poema estaba programado para que saliese hoy, es decir que Pichy sigue sin dar señales. Dónde se ha metido este hombre que ya preocupa...
ResponderEliminarYo me he visto en la obligación de escribirle un epitafio...(hay alguna mío que no has leído o comentado)
EliminarEh! amiga. Heme aquí con mi cigarrillo y bastante curda —hablo de la foto; que estoy más "seco" que un bacalao cura´o—. El presente estaba programado para el día 1ro; pero, no salió...y le di un empujoncito, para que perdiera el miedo escénico, y aquí está.
EliminarNo preocupen, que cuando me vaya del aire lo sabrán —eso está ya programado, les enviarán la noticia—.
Veamos el epitafio, el panegírico, que me ha dedicado el buen amigo.
Te reitero mis mejores deseos, amiga, para ti y los tuyos.
Besos