Se tomó siempre la vida tan
en serio
que nunca vivió la vida
¡vivir para ver!
cuando nací y me asomé a la
ventana
me dije:
¡ay va, ay va! ¡qué serio va
D. Julián
por la calle de Alcalá con su
bastón y bombín
pensando cómo, joder a los
demás!
Que el amor es un juego
abierto
de par en par
que el trabajo una maldición
que la familia es un gran
"coñazo"
y la política y la justicia,
¡ja!:
una broma del destino.
Que me organizaron la vida
y de primeras me pusieron
pañales
pa no manchar
después al colegio a aprender
a sumar y dividir
después me pusieron a trabajar
y me enseñaron las normas de la
buena educación
de lo políticamente correcto
de cómo orinar sin gotear la tabla
del sanitario
y al final
siempre estuve custodiado por
la guardia civil
y nunca disfruté de libertad.
Hay teorías, sistemas políticos,
religiones,
maneras diferentes de hacer jardinería
de guisar guisos en la cazuela
y tomarse la vida o en serio o
en broma
o haciendo poesía.
Y nada vale para todo, o todo
no vale nada
sin embargo: ¡sigue la bola!
© Luis Vargas Alejo
Bien se me da el poema, amigo. Me destaca su rítmo y discurso. Y sigue la bola...
ResponderEliminarAbrazos
Gracias amigo
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ResponderEliminarTan metido en el papel
de seriedad
de realismo,
que no hallo forma
de averiguar la cadencia,
las faltas
la incertidumbre
si antes no está escrito.
Lo escribo para que encuentres
Eliminarlo que impone el sonido del papel
la realidad del realismo
porque no existe otra realidad
las faltas de la cadencia
la certeza de la incertidumbre
y el ruido del sifón al preparar
un buen cóctel on de rock
EliminarRealidad al leer la afonía
De una vida decadente
Sin ritmo,
Acusada de intransigencia
En las arritmias
De los marcapasos
-sintéticos mecanismos-
Que nos sentencian a muerte.
No hay manera de sobrevivir
A la vida
Con hielo
Y da igual el vaso.