Extasiado,
en fragmentado acertijo,
no
hace por la vida y espera
que
algún dios lo salve.
No
tiene una ideología en que refugiarse,
no encuentra ni un vértice donde subsistir,
todo se le hace cáscaras duras,
no encuentra ni un vértice donde subsistir,
todo se le hace cáscaras duras,
mientras
devora su ayer.
Regresa
inconsecuente sobre ajenos pasos
regalado
a los resquicios de la ventura.
Todavía
nombra la esperanza en soliloquios
y
a sus adentros reza fervorosamente,
arrodillado
ante cualquier muñeco.
El
hombre es un animal de la fe,
pero
ésta lo realiza en disímiles filosofías
y
él debe enfrentar los jeroglíficos
de
la existencia
para
liberarse de las fabulaciones del miedo
implícito
en las Escrituras subyugantes,
que
le detienen desde antiguos dominios.
Pichy
Me parece un poema subjetivo, que sentencia en su estrofa final, olvidándose de la evocación y la sugerencia.
ResponderEliminarBesos
Pues, tienes mucha razón, amiga. Pienso, que sobra la última estrofa.
ResponderEliminarBesos