Litigia hasta la sombra de un árbol,
desvalorando la síndica ortodoxia
del vecino
en bélicas letanías de inventadas
leyes,
que arguye con salinidades acuosas
de palabras para la ofensa y el
desmedro.
Después se escudará en las
carencias
que agrian el carácter,
en las imposibilidades que amarran
en el zarandeo de los precios
imposibles
y otras letanías.
Las cabezas de corderos resignados
ya no abundan entre la gente,
ni los dioses calman el desparpajo.
Todo está enfermo, o por
enfermarse,
esta década no encuentra nivel
y las balanzas perdieron el
equilibrio
—ya sus fieles en bandoleras—.
(Dios está enfermo, o nos culpa
de las pocas velas a su nombre;
pero él ha de saber que escasean,
que faltan fósforos para
encenderlas,
que los creyentes caminan en ayunas
abrasados por el sol,
¡Dios no mío!
Porque tampoco hay ómnibus
y las bicicletas son robadas
en las puertas de las iglesias).
Prosiguen las excusas,
mientras sostenemos el proyecto
de bandazo en bandazo
de bandazo en bandazo
de consigna en consigna,
aferramos la esperanza
de un futuro apacible y digno.
Las dilatadas rectificaciones
ya semejan profecías bíblicas,
sin fechas para el milagro.
Extraviados en fórmulas de la lobreguez,
como peces atrapados en casimbas,
Extraviados en fórmulas de la lobreguez,
como peces atrapados en casimbas,
boqueamos entre las tribulaciones
y el jaleo de nuestra
idiosincrasia.
Aunque la angustia comparte nuestras mesas
y la incertidumbre sustituye al pan,
entre los escombros de la ciudad
no deja de escucharse
no deja de escucharse
una rumba.
Pichy
Muy descriptivo amigo, y analizando y sintetizando, para mi el poema está en la última estrofa.
ResponderEliminarA pesar de los pesares...
Besos
Muchas gracias, amiga. Sí, así es.
ResponderEliminarBeso
Creo que es un gran poema por lo bien ensamblados que están los versos, por su ritmo, por su vocabulario, por lo que dice, por la pena que guarda, (aunque no es litigia, sino litiga)
ResponderEliminarpor la elocuencia en el decir, porque lo has revisado y trabajado. Me gusta. No obstante, me parece demasiado retórico y poco natural, menos como dice Bego, la última estrofa que te había ahorrado escribir todo el poema restante. Pero está bueno.
Dicen que escribir un cuento
es contar la realidad fantásticamente
con la naturalidad que, un niño
contaría una historia, por sencilla
para su comprensión lógico-simbólica
y para nuestra capacidad de asombro
de adultos eruditos.
Muchas gracias, amigo. Sí, ambos tienen razón, es que quise abarcar mucho. Trataré de sintetizarlo, aunque no me resulte fácil, o lo convertiré en varios sobre esta década...qué tuve la suerte de poder soltearla bien, pero, no dejé de ver y sentir lo que pasaba a mi alrededor. Ah, sí, es litiga, de litigar.
ResponderEliminarAbrazos