He
decidido que mi voz
sea
amable —para que piensen ingenua—
en el
corro de los intransigentes,
desvelados
tras las beatificaciones
de
sentencias incomprensibles.
Preciso
vencer el insomnio
por la
pronta calentura
que
desgasta
en la
palabra que arruina
y
acaece los apelativos acres
del descrédito
en el
mundo de los aferrados obtusos,
donde cualquier
reflexión
puede
resultar disidencia.
Pichy
He decidido que mi voz
ResponderEliminaresté callada
sea amable —para que piensen ingenua—
tortura de los sueños y la memoria
en el corro de los intransigentes,
como una anamnesis de mi mismo
desvelados tras las beatificaciones
para no ser concupiscente
de sentencias incomprensibles.
en los ritmos ciscardianos
de los otros.
Preciso vencer el insomnio
y dormir a pierna suelta
por la pronta calentura
sin tener por gigantes los molinos
que desgasta
ni rebaños de ovejas como ejércitos
en la palabra que arruina
teniendo el sentido sin razón
y acaece los apelativos acres
coloreando los diversos estamentos
con el descrédito
que se gana en los impulsos del poder
donde cualquier reflexión
aumenta las crisis tecnológicas
y puede resultar disidencia
expiada y controlada con smarfones
que manejan nuestras vidas.
© Luis Vargas
Notado comentario. Gracias + Abrazos
ResponderEliminarSí muchas veces callamos por no pecar y luego los quebraderos de cabeza son... No obstante creo que el poema no denuncia ni adolece en la medida justa, está " light".
ResponderEliminarUn beso
Mucha gracias, amiga. Notado el comentario.
ResponderEliminarBesos