Quiero ser poema
evocando la antítesis,
que emana por los huecos
del olvido.
en época estival, florecer
en éste otoño, verso a verso,
purgando la doblez nociva
que se esconde en los hielos
del invierno.
Y consolidar en primavera
el deshoje del amor:
para siempre.
Begoña M. Bermejo
El poema me resulta estupendo, amiga. Besos
ResponderEliminar¿Que te parecería así?
ResponderEliminarInvernar los avatares de la vida
en época estival, florecer
en éste otoño, verso a verso,
purgando la doblez nociva
que se esconde en los hielos
del invierno.
Y nacer en primavera
como la flor deshojada
con su mejor vestido de ilusión
pespunteando el amor desechado
para hacerlo presente.
Estoy de acuerdo con los cambios que sintetizan el poema, sin embargo el camino esperanzador que propones no me termina de gustar. Pienso que hay que construir la esperanza con una base sólida (naciendo o muriendo), no con remiendos que a la larga se deshilachan.
EliminarGracias, me ha servido para ver los fallos y cambiarlos, aunque el final, no lo logro a mi gusto, le daré vueltas. (véase cambios)
Besos
Vale porque el poema es tuyo. ¿pero tú no sabes que si escribes en positivo las cosas las verás positivas y no remendadas, sino nuevas?
ResponderEliminarDe cualquier manera te sobra "desechado"
Y consolidar en primavera
el deshoje del amor:
para siempre.
No busco la negatividad para escribir, sino la realidad sin ensoñaciones, pero con posibilidades de cambio, a mejor, siendo objetiva. Por eso no encuentro el final del poema. No puedo dejar de soñar y que el pesimismo desaparezca.
EliminarY erradicar de la primavera
las púas perennes
en la flor del amor.
Otra forma de ver, pero nada original.
Besos
ResponderEliminarY que de las púas perennes del rosal
nazcan capullos de color azul
como gigantes que sean molinos
o Faunos que pastoreen la vida.
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La realidad de la poesía es el propio poema. Algo distinto a la realidad del mundo. Algo paralelo donde la imagen, la metáfora y el eco de la realidad se hacen realidad nueva entre sueños y deseos que subyacen en la emoción y el sentimiento del poeta ante la realidad real. La poesía no es objetiva, es siempre subjetiva y nacida del subconsciente usando el lenguaje como un metalenguaje particular que le diferencia de la prosa. El poeta es un fingidor (recuerda) y lo que escribe es ficción sublimada y elevada a la "n" potencia que nunca dice lo que quiere decir y si lo dice tal como fuese la realidad deja de ser poesía para ser prosa o será una mala poesía de la que se usa en internet. Ni los poetas antipoemas, ni los coloquiales, ni los de la experiencia, ni los de la poesía clara, han dejado de encriptar sus deseos y sublimaciones, sus rezos y experiencias, sus tautologías y razonamientos y sentimientos, en un misterio de versos, silencios y entreversos .
Mira: este es mi último poema, aún en ciernes
Me duele la razón
de tanto entente,
que no comprendo nada, lo sé,
mi rostro es un mapa hidrográficos
con canales que recorren lágrimas
desde los ojos que pululan por el mundo,
hilvanando miradas
de aquellos que no te miran.
Sentía sensaciones sencillas
sentado en el seno de la senda...
Jugoso intercambio —que he observado desde las gradas—, amigos.
ResponderEliminarLes abrazo
Sí, le veo a usted desde el coso o el estrado o palestra y hace tiempo que no le veo bajar de las gradas. Debe usted tener entre manos algo mucho más importante.
ResponderEliminarNo hay justicia en este mundo...
ResponderEliminarTenga la delicadeza de girar sus azules ojos hacia la derecha de esta página...y saque Ud, sus propias conclusiones.