Bandadas de versos
sobrevuelan el océano
sacudiendo restos de tierra.
Pretextos
que, con pleamar,
arrojo contra los acantilados
y baño con poemas de espuma.
Sí, cuando se naufraga
en esta isla,
te conviertes en un Robinson...
pero, no hay viernes,
amigo,
sólo, pluma y papel.
Begoña M. Bermejo
Se me da bien logrado el poema, amiga. Muy atinado el lanzarlos con la pleamar
ResponderEliminarBesos
Es que soy una lunática
EliminarGracias, amigo.
Besos
Pues si no te escribe Pichy ni veo el poema, porque a mi correo no ha salido...Me gustó
ResponderEliminarTe creo, a mi también me pasa y se me van a la carpeta de spam, por qué será?
EliminarBesos
Dos comentarios, al comentario del maestro:
ResponderEliminar1.- Es lo que yo digo. Me gustó...no deja de ser un comentario profundo.
2.- Ya sé el porqué, siempre queda algún que otro poema mío sin comentarios...han de estar en su carpeta de Spam —quizás, sea porque son de spamtosos—.
Sí, estos comentarios tan profundos, se me adentran tanto, tanto que no se donde buscar.
EliminarEn el fondo del mar, matarile, rile, rile, en el fondo del mar, matarile, rile, ron...
EliminarAh! Ya va el maestro en cuenta regresiva...
ResponderEliminarBien dicen que la ancianidad es una especie de niñez, con la diferencia, de que no se reciben mimos.
Ala, ala!
Cigarrilo entre los dedos
ResponderEliminarla vida pasa,
esperando el otoño
en aquellos países
donde no hay estaciones
y sin embargo, el tiempo,
no deja de asegurar
que la hoja caduca
se cae del árbol
dejando que los niños
envuelvan sus sueños.
Vaya, que estás prolífico, amigo mío. improvisas un poema...en lo que yo me fumo un cigarrillo. Te felicito
EliminarDepende...
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