Ay alba,
la caida de tu hoja me acompaña
en la trinchera de mi despertar.
Las palabras que penden del silencio
al igual que el vacío de mi decir
abriga el ramaje.
Ay alba,
¿cuándo volveran a lucir, de tus brazos
la mora del moral, sin zarzas,
con sus trajes,blanco, rojo y negro,
que endulzan los trinos
del amanecer?
Ay alba,
es heladora la época invernal
y su desnudez.
Begoña M.Bermejo
Pues ahora ya está en video con mi voz...
ResponderEliminarPues...Ídem, amiga. Y si lo pones, cual moda de muchos jóvenes poetas, sin forma alguna —más allá, de la debida puntuación, que digamos, sirve para respirar / marcar el ritmo / evitar confusiones/ etc. —, me sigue funcionando. Amén, de que algunos regresan a la no puntuación y otros se niegan a las mayúsculas.
ResponderEliminarSí, porque en América —al menos— existe una corriente de rebeldía contra las formas ortodoxas del poema, y ya son muchos los que van escribiendo sin ¨formas¨...para no hablarte de las estrofas. Los poemas estróficos, van siendo ¨rara avis¨ por estos lares. Aunque a mí me siguen gustando los que mantienen sus versos o versículos y sus estrofas. Me molestan los que no usan mayúsculas…y no soy capaz de explicarte, coherentemente el porqué, si admito las no puntuadas.
Besos