Ya es pequeña la ciudad, hasta la
isla,
para sus grandezas de ilusiones
y altos desvelos.
Dice de elevarse —en su locura—
preguntando por otros rumbos,
terceras realidades
terceras realidades
y volteantes comuniones en otras
luces.
En esta lobreguez colmada de duendes
los estrépitos roñosos de sus palabras
arrollan mis conmociones, soslayando
los estrépitos roñosos de sus palabras
arrollan mis conmociones, soslayando
las inspiraciones presuntuosas
por las nubes de esta inaudita actualidad.
por las nubes de esta inaudita actualidad.
La mente se agrieta cuando no hay
respuestas
para tantas fronteras y extremos
límites
que inundan con una especie de
silencio
—otra forma de la muerte y su
inmundicia—.
Trato de aproximarme a los entresijos
Trato de aproximarme a los entresijos
de una evidencia suficiente
y con esas perspectivas salvarla del limbo
para hacerla a la vida una vez más.
y con esas perspectivas salvarla del limbo
para hacerla a la vida una vez más.
pichy
Pichy, me ha llegado tan profundamente que las lágrimas no he podido contener.
ResponderEliminar¡Cuánta verdad, amigo!
Besos y emocionadas sonrisas azules
Lilian.
Muchas gracias, amiga, por el satisfaciente comentario. Besos
EliminarEs un magnífico poema. De esos que gusta leer y pensar porque te impresionan, pero yo pregunto en mi ignorancia ¿A quien hay que regresar? ¿a la tia Jacinta la de la Ceiba, a la isla que hundió un Tritón, o a la poesía del mar de los Sargazos?
ResponderEliminarDe todos modos, para mejor sonoridad, yo cambiaría en el último verso "hacerla" por "llevarla" porque ¿cómo vas a hacerla a la vida, con ingeniosa tecnología robótica? sin embargo, llevarla a vivir es más coherente y real portándola de la mano o cambiando algunas políticas, leyes o ideologías que castran porque no tienen en cuenta los derechos humanos.
Muchas gracias, amigo. Noto comentario poético y paso por alto lo político —que ando con una resaca espantosa—. Dios te guarde
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