Si a
partir de la ciudad bloqueada
se desarrolla
el delirio triunfalista
¿quién conquistará
el bienestar del pueblo?
Ambiciono
ser el ignorado combatiente,
el que franquee
la
crepuscular disidencia
y aplaque
los ulteriores lamentos
de
la catástrofe.
Sublimada
saturación
fricciona
barro contra los ojos,
las escorias
sitúan brasas bajo los pies.
Pichy
El asedio y conquista de la ciudad celtibérica de Numancia constituye uno de los episodios más interesantes de la conquista romana de la Península Ibérica. El período final del asedio y toma de Numancia, que se inscribe en el desarrollo de las guerras celtibéricas se desarrolló a partir del año 134 a.C., cuando el general romano Publio Escipión, destructor de Cartago, se puso al frente del ejército que intentaba someter la ciudad. Con anterioridad otros generales romanos como el cónsul Popilio Lenas o Quinto Pompeyo habían fracaso en su intento de derrotar a los numantinos. El ejército con el que se encontró Escipión en Hispania estaba desorganizado y desentrenado, por lo que en principio este general impuso una ferrea disciplina a su ejercíto estableciendo una gran austeridad tanto en el régimen alimenticio como en la forma de vida. En este sentido, tal como nos transmiten las fuentes literarias antiguas, la primera medida que impuso este general romano fue la expulsión de todos los mercaderes, prostitutas, adivinos y magos que acompañaban al ejército romano en esta campaña.
ResponderEliminarEscipión en principio no se dirige directamente contra Numancia, sino contra el territorio cercano de los vacceos con el fin de que no pudieran auxiliar a esta ciudad celtibérica. Una vez devastado este territorio e impedido el posible auxilio de los numantinos, Escipión decide empezar el sitio de Numancia, estableciendo en principio dos campamentos que luego se ampliarán a siete, en los que va a instalar a sus tropas. Estos campamentos que no eran más que simples torres de vigilancia y fortificación más tarde serán unidos entre sí. También Escipión decide cerrar el río Duero, único punto de contacto de la ciudad con el exterior, lo que va a pejurdicar en gran medida la resistencia de los numantinos
El asedio de la ciudad celtibérica de Numancia se prolongó por un amplio espacio de tiempo.La proporción entre asediantes y asediados, era cláramente desfavorable para los numantinos. Se calcula que el ejército romano alcanzaría los 25.000 hombres, mientras la población asediada se calcula en unos 8.000-10.000 hombres.
Durante el cerco de la ciudad, los numantinos intentaron pedir ayuda y auxilio a la tribu vecina de los arevacos, aunque no tuvieron éxito fracasando en sus negociaciones. Después de sitiar Numancia durante ocho meses, la ciudad se rinde agotada por el hambre y las dificultades. Algunos de los habitantes de Numancia prefirieron darse muerte entre sí, antes que rendirse a los romanos. De los rendidos Escipión se guardó 50 para que le acompañasen en su triunfo a Roma y el resto los vendió como esclavos. También Escipión castigó duramente a las ciudades cercanas que parecían colaboracionistas y finalmente arrasó completamente la ciudad de Numancia, sin esperar la decisión final del Senado. Una vez acabada esta campaña militar, Escipión regresó a Italia donde le fue concedido el triunfo que celebró en Roma en el año 132 a.C. La destrucción de Numancia terminó con las guerras celtibéricas, que habían supuesto unos enormes gastos para el Estado romano. Numancia que había sido arrasada permanecerá deshabitada hasta co- mienzos del Imperio.
El asedio de Numancia, constituye uno de los episodios más destacados de la presencia y conquista romana en el interior de la Península Ibérica. Autores como Apiano se admiran del afán de libertad de estas gentes y destacan el hecho de la importante resistencia de este pueblo sobre las legiones romanas, con unos escasos medios y posibilidades. También el historiador Floro considera que aunque Numancia era inferior respecto a su poderío en relación con ciudades como Cartago, Capua o Corintio, era equiparable a ellas por su fama y valor, ya que con escasos medios resistió sola, durante once años ante un importante ejército enviado por Roma.
En la actualidad,se conservan algunos vestigios de las construcciones, y vías de esta ciudad romana,que se sitúan en un altozano a unos kilómetros de la ciudad de Soria.
Muchas gracias por la estupenda reseña histórica, amigo. Abrazos
EliminarPero no sólo eso: sino que Tras trece meses de hambrunas, enfermedades y tras agotarse sus víveres, los numantinos deciden poner fin a su situación. Algunos de ellos se entregan en condición de esclavos al ejército de Publio Cornelio Escipión Emiliano, mientras que la gran mayoría de los numantinos decidieron suicidarse, prevaleciendo su condición de libertad frente a la esclavitud de Roma.
EliminarTe sigo agradeciendo estas lecciones de historia.
EliminarAbrazo
Interesante punto de vista poético ante el triunfalismo. "Todo un heroe salvador" bien se podria equiparar a la historia de Numancia que el profe nos narra, aunque poniendonos a folosofar, qué hay detrás del triunfo, sino dolor, penurias,... por una "libertad" que sólo se halla con la muerte estés en el bando que estés? (por los siglos de los siglos...)
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, amiga, por la amabilidad de comentario.
EliminarBeso + Felicidades!
Aaaaaleluya, aleluya, aleluyaaaaaaá¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarDicen los viejos que en este país hubo una guerra
y hay dos Españas que guardan aún,
el rencor de viejas deudas
Dicen los viejos que este país necesita
palo largo y mano dura
para evitar lo peor
Pero yo sólo he visto gente
que sufre y calla
Dolor y miedo
Gente que sólo desea su pan,
su hembra y la fiesta en paz
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Libertad, libertad sin ira libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin ira libertad
y si no la hay sin duda la habrá
Dicen los viejos que hacemos lo que nos da la gana
Y no es posible que así pueda haber
Gobierno que gobierne nada
Dicen los viejos que no se nos dé rienda suelta
que todos aquí llevamos
la violencia a flor de piel
Bien, estimados. Sus comentarios me indican que no logré transmitirles la esencia del poema. La esencia está en la 1ra estrofa. Una de las características que marca nuestro proceso revolucionario es el optimismo triunfalista. A pesar de los cientos de ´golpes¨, siempre está aquello de ¨convertir el revés en victoria¨ ¨el presente es de luha, pero, el futuro mes nuestro¨. Todo es una perenne lucha contra el desaliento y el desencanto. En mi humilde pensar, no dejo de preguntarme _ cuándo pondremos los pies en la tierra? Yo sé, que no se debe transmitir desaliento —eso en política, como en todo, es funesto—, pero dentro del optimismo hay que ser realista, reconocer errores y marcar pautas...lo contrario es menoscabar el intelecto de los hombres, desconocer la cultura política del pueblo. La verdad, la realidad —bien asumida— crea más confianza en los receptores. Bno, no les voy a explicar el poema mío: valga el de Uds.
ResponderEliminarAbrazos