Cumbres violetas
de mi Granada
ostentan en sus pechos
sabores dulces
de amor que duele.
La belleza de los años
la blancura de su piel
sus ojos
el ritmo candente
de la compañía.
Los años del principio
los del medio
los de después
no los podré olvidar
porque fui feliz.
El patio y la casona
los cantos pajareros
el olivo y el junquillo
el boj, el laurel y el jazmín:
tu mano con la mía.
© Luis Vargas
Se me da muy bien este amoroso poema, amigo. Muy bien!
ResponderEliminarAbrazos