son como una casita blanca
en medio de un desierto
que por el día se abrasa
y por la noche pasa frío.
Un espejismo
que cuando se quiere atrapar
se desvanece.
Un sinfín de melodías
que suenan en la lontananza
sin las cuales no se puede vivir.
Una ilusión
que despierta los sentidos
alcanza lo inalcanzable
y procura el deseo.
© Luis Vargas Alejo
que cuando se quiere atrapar
se desvanece.
Un sinfín de melodías
que suenan en la lontananza
sin las cuales no se puede vivir.
Una ilusión
que despierta los sentidos
alcanza lo inalcanzable
y procura el deseo.
© Luis Vargas Alejo
Me resulta un poema logrado, amigo. Me discursa bien.
ResponderEliminarAbrazos
Los sueños, sueños son
ResponderEliminaro como la raíz de un árbol
seco: con lluvia y sol,
vuelve a frorecer.
Bueno, muchas gracias, queridos, pero a ver si os animais a escribir algo aquí...
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