Enero muerde los fríos
en esta tierra de montaña,
apenas valle, apenas senda,
lágrimas de cristales blancos
silencio y bruma.
Calendas de invierno
que desnudan la foresta,
vistiéndola de nieblinas
con festones de escarcha:
pensamiento crudo.
© Luis Vargas
Bien me resulta el poema. Abrazos
ResponderEliminarNo está siendo un enero muy frio, aunque supongo que Sierra Nevada debe dejar buena huella. Pero veo que a ti, sus gelidas canas no te afectactan para escribir.
ResponderEliminarEstupendo.
Besos
Muchas gracias por vuestros comentarios, queridos seguidores...
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