Esos atardeceres de otoño,
y el
sol ocultándose:
las calles
anegadas de hojas,
el tono anaranjado,
acogedor,
el olor
de la tierra amenazando lluvia,
las
idas y venidas
de las
aves…
Como si
la poesía
te dijese:
he aquí otra oportunidad,
no la
desaproveches.
Begoña M. Bermejo
Me resulta muy bien el poema, amiga. Beso
ResponderEliminarGracias, amigo
EliminarBesos
Bueno, no he contestado este poema antes porque estaba esperando a que llegara el otoño, porque aquí, en nuestra España, estamos en pleno verano y muy caluroso por cierto, cuyo infierno, no te da oportunidad de escribir ni un solo poema.
ResponderEliminarTu gran dote de síntesis hace que el poema me guste y casi sienta el regusto del frescor otoñal en mis paseas matutinos.
Cierto, cierto, verano de calor, pero si surge algún poema es otoñal, y mira que he intentado escribir algo veraniego, pero tanta sombrilla clavada en la arena, no deja que los rayos de sol pasen... "todo un poema"
EliminarOtoño es una estación, a mi parecer, muy bonita, y quizás no surjan los poemas, pero los paisajes ya son poesía.
Si te ha llegado algo de frescor, con la que está cayendo, me doy por satisfecha, yo tuve que huir a la montaña esta semana pasada para ver si había algún rastro de otoño, pero las laderas y los montes estaban secos, tanto, que sólo vi extenderse fuego arrasándolo todo.
Besos
Pues, sepan que están buscando personal capacitado en Alaska —con buenos salarios—. Aprovechen, que allí pueden estar frequecitos todo el año.
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