Del deseo de clavarse en
asumida crucifixión,
con los más lúcidos versos,
surge la nueva fe.
Nunca la vida del hombre
humilde
fue preocupación de los dioses.
El hombre discurre
consumiéndose en su orfandad
sin atinar la complacencia.
No está apto para estos fuegos
que cercan las razones;
le han llenado los ojos de
pólvora.
Ha soportado infieles y
difuntos
sobre sus espaldas
para los santificados
mercaderes,
descaminando entre las mismas
brasas
las hogueras de cada
generación,
sin convites ni agasajos
a la hora de las reparticiones gananciales.
Él no se manifiesta, no da
señales ni pruebas,
mientras los diablos inclinan
la balanza.
pichy
Esto no es un poema. Es una prosa
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Crucifixión,
versos lúcidos
nueva fe.
Los dioses
escondidos en el Olimpo
jamás
se preocuparon de la vida del hombre.
Y el hombre vagó
inventando imperios
y comunismos:
sociedades disolutas.
La razón confundida
han llenado los ojos de pólvora,
y los campos de ira y armiño falso.
Ellos no existen
y los diablos somos nosotros.
Debajo de la colina
hay una gruta
donde se esconde el gatopardo.
He aquí el poema.
mientras los diablos inclinan la balanza.
Bueno...pues tomo nota, y lo revisaré como dios manda.
ResponderEliminarGracias + Abrazos