No
nos permiten sosiego.
Pugnan
las alturas,
el
cielo se parcela,
la
tierra se quiebra
y
no se comparte.
Nada
sostiene el atropello
cuando
todo es caída.
La
gravedad está en litigio,
cualquiera
sabe
a
quién se la otorgarán
La
razón se impugna
–mientras,
se juega en la Bolsa–
y
ya nada es fundamental
en
su hecatombe.
Pichy
Este poema ha pasado a ser parte del poemario
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo. Abrazos
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