ALGO SOBRE MIGUEL HERNÁNDEZ

ALGO SOBRE MIGUEL HERNANDEZ (1910-1942)

(vaya por delante, que existen cientos de ensayos sobre la obra y vida de Miguel Hernández y esto que escribo aquí es sólo una aproximación sucinta como un artículo de opinión)

Miguel Hernández, aunque de familia muy humilde de pocos recursos económicos, campesina y ganadera (España era en aquellos años un país agrícola y ganadero primordialmente) de Orihuela -Alicante- su juventud la pasara comprando y vendiendo cabras, pues hasta los 14 años de edad había estudiado en la escuela con el sacrificio económico que eso representaba para sus padres. Pero Miguel no dejó de estudiar y leer; leía libros mientras pastoreaba. Libros de cualquier contenido, literatura, ciencia, cuentos, poemas, cuya lectura le iban culturizando y abocando hacia la poesía.

Verdaderamente no fue un "cabrero" sino un intelectual en ciernes, cuya profesión de juventud, fue la tradicional de su familia: tratante de ganado caprino y ovino, pero un amante vocacional del saber y la cultura.

Tampoco tenía ideas políticas ni revolucionarias, sólo que era una familia republicana porque en aquellos años imperaba la República en España.

Sus primeras lecturas poéticas fue las obras de Gabriel-y-Galán y Gabriel Miró, pero quien le impacta es Góngora al que trata de imitar al igual que a Machado y los poetas naturistas de su época.

Tuvo la fortuna de ser compañero y amigo de colegio de Ramón Sijé, (José Marín Gutiérrez) de familia acomodada y católica que fue a Madrid a estudiar y tenía buenos contactos académicos e intelectuales. Se hizo abogado y ensayista literario y llamaba a Miguel "alumno de bolsillo pobre"

Miguel Hernández no fue nunca un patán, fue un hombre culto autodidacta, que el 25 de marzo de 1931, con tan sólo 20 años, obtuvo su primer y único premio literario de su vida concedido por la Sociedad Artística del Orfeón Ilicitano con un poema de 138 versos llamado Canto a Valencia bajo el lema Luz..., Pájaros..., Sol... El tema principal del poema era el paisaje y las gentes del litoral levantino destacando el mar Mediterráneo. Sus primeros poemas fueron de tendencia naturalista influido por su vida y experiencias en el campo y en el pueblo que tanto quería y que edita en la prensa local.

Sus visitas a la Biblioteca Pública son cada vez más frecuentes y empieza a formar un improvisado grupo literario junto a otros jóvenes de Orihuela en torno a la tahona de su amigo Carlos Fenoll. Los principales participantes en aquellas reuniones son, además de Hernández y el propio Carlos Fenoll, su hermano Efrén Fenoll, Manuel Molina, y José Marín Gutiérrez, futuro abogado y ensayista que posteriormente adoptaría el seudónimo de Ramón Sijé.

Ante su interés y vocación por los estudios, sus amigos del pueblo le pagan un viaje a Madrid y la curiosidad de la intelectualidad capitalina hace que lo reciban en 1931 Concha Albornoz (hija del Ministro de Justicia) y el editor Ernesto Jiménez Caballero que editaba "La Gaceta Literaria" y el periodista Martínez Corbalán le hace una entrevista en la Revista Estampa.

(A mi entender, estas cosas eran posible en tiempos de la República Española antes del 36, donde la reconocida Generación del 27 y la intelectualidad en general tenía una relevancia en el Madrid de la época, (apenas se llegaba al millón de habitantes) donde se consumía una actividad cultural importante. En aquella época ya existía la ley de libertad de prensa, la ley de divorcio y otras leyes adelantadas producto de una buena Constitución (pero existía una situación económica muy mala y el hambre corría por las calles acercándose a la miseria) leyes y progreso cultural que desaparecieron con el alzamiento nacional de los militares golpistas y posterior guerra civil ganada por los nacionales (la mal llamada guerra civil porque fue una guerra entre civiles o ciudadanos de un mismo país -media España contra la otra media- aunque en realidad fue un enfrentamiento entre los ejércitos llamados Nacionalistas y los Republicanos, cuya República -2ª en España- había sido elegida por el pueblo por sufragio universal. Debió de llamarse "guerra incivil")

"CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931)
CORTES CONSTITUYENTES (Gaceta de Madrid. Núm. 344, de 10 de Diciembre de 1931, págs. 1578-1588)

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA
Como Presidente de las Cortes Constituyentes, y en su nombre, declaro solemnemente que éstas, en uso de la soberanía de que están investidas, han decretado y sancionado lo siguiente:
ESPAÑA, EN USO DE SU SOBERANÍA, Y REPRESENTADA POR LAS CORTES CONSTITUYENTES, DECRETA Y SANCIONA ESTA CONSTITUCIÓN.
TÍTULO PRELIMINAR - Disposiciones generales
Artículo primero.
España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones.
La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.
Artículo 2.ºTodos los españoles son iguales ante la ley.
Artículo 3.ºEl Estado español no tiene religión oficial.
Artículo 4.ºEl castellano es el idioma oficial de la República.Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones. Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional..."

Edita su primer libro en 1933 "Perito en Lunas" que consta de 42 poemas, todos ellos octavas reales, y pertenece a la época neogongorina de Miguel Hernández. Ramón Sijé, amigo y mentor del poeta, prologó el volumen. Y se empieza a relacionar con Carmen Conde, Antonio Oliver Balmes y García Lorca. A Aleixandre le solicita un ejemplar de su obra "La destrucción o el amor" y toma contacto con él.

Hoy estos contacto para una persona "no iniciada", sin título académico, sin profesión alguna y sin un "padrino" y sin curriculum conocido que le avalara, sería imposible estos contactos o, al menos, muy difíciles. A miguel le fue fácil según los cronistas de la época, ¡vaya usted a saber cómo y por qué, porque nadie explica eso. Se puede suponer que su audacia (un hombre de pueblo de aquella época no creo supiera mucho de relaciones sociales) buen carácter y personalidad encantadora le abrían las puertas de los grandes fácilmente...!

La verdad es que no era un hombre de título y carrera universitaria, pero no tenía nada de inculto. Tenía inteligencia superior y amplia cultura y conocimientos generales de política y literatura, lengua y arte, gracias a los muchos libros que había ido leyendo como autodidacta, hasta hablaba francés, porque no sólo se adquiere cultura en las universidades (y mucho menos hoy) sino en el interés que uno tenga por aprender y la capacidad de hacerlo, pues aunque el medio donde uno nace y se desarrolla influye e inclina hacia una preparación u otra, ni tampoco la falta de medios económicos destruyen, o aniquilan si el vigor del individuo por alcanzar sus metas vocacionales son contundentes. Por lo cual, el mito de "poeta cabrero" habría que desterrarlo.

Tenía una ortografía perfecta -que se nota en el repaso y corrección de sus poemas en profundidad y nada rústicos son sus poemas, sino de elevada erudición y sabiendo muy bien lo que hacía, siguiendo el corte clásico de la métrica y la rima que no abandonó hasta sus últimos poemas.

También ingresó en círculo de amistades de Pablo Neruda y en 1934 hace un Auto Sacramental, de corte calderoniano, en tres actos, titulado "Quien te ha visto y quien te ve" que edita en la Revista "Cruz y Raya" cuyos actos se titulan "Estado de las Inocencias; Estado de las pasiones y Estado del arrepentimiento" obra que estuvo supervisado por el canónigo Luis de Almarcha y dirigida por José Bergamín, interviniendo -como no- su amigo Ramón Sijé. Termina su segundo poemario "El silbo vulnerado" que le edita en "La Verdad de Murcia y en "El Gallo Crisis", posiblemente, gracias a su amigo Ramón Sijé.

Va y viene de Madrid a Orihuela porque no podía pagarse estancias largas en Madrid y en Orihuela conoce a una muchacha con la que empieza a relacionarse (Josefina Manresa)

Al final encuentra un trabajo en Madrid como colaborador de Las Misiones pedagógicas de los organismos culturales de La República y viaja por los pueblos españoles realizando tareas didácticas junto al periodista Enrique Azuaga, pupilo y colaborador de José María de Cossio ayudándole a escribir el Diccionario Taurino tan conocido y que se editó en Espasa Calpe.

En 1935 edita "El Rayo que no cesa" donde ya se aleja de la tendencia gongorista y revela unas imágenes muy expresivas con gran tesitura emocional impactante y empieza a crear su mundo poético propio y colabora en varias revistas al tiempo que entra en las tertulias de Pablo Neruda.

El 24-12-1935 muere su amigo Ramón Sijé de una septicemia al corazón y al que escribe su famosa elegía incluida en "El Rayo que no cesa"

Entre los años 1935-1936 escribe y edita "Vecino de la muerte"
"Sino Sangriento"-de corte surrealista y social-
"Sonreídme"
"Albo de Hachas"

Josefina era hija de guardia civil y a principios de la guerra se traslada a Elda. Miguel viaja y va y viene a verla y enferma de gripe. El padre de Josefina muere en contienda y Miguel se hace cargo de la familia de Josefina puesto que ya Miguel tenía posibilidades económicas. Y es ese tiempo cuando vuelve a Madrid y se alista en el 5º Regimiento de las Milicias Populares Republicanas para la defensa de Madrid y empieza a escribir sobre la tragedia española.Escribe un nuevo libro: Viento del pueblo. Destinado a la 6ª división, por cuyo libro fue y es más reconocido como poeta social.

Hace otra elegía a la muerte de García Lorca y otra al cubano Pablo de la Torriente Brau, escritor y periodista cubano que cae en la susodicha contienda. Y Miguel dice "Había escrito versos dramas de exaltación condenando la burguesía, pero el empujón me lo dio el 18 de Julio para usar la poesía como arma, porque sentí venir la gran tragedia contra mi vida y me arrastró la tremenda experiencia poética a entrar dentro del pueblo, adentro, más hondo de lo que estuve metido desde que me parieron, dispuesto s defenderlo firmemente"

Luchó en el frente junto a "El Campesino" (Valentín González González, popularmente conocido como El Campesino (Malcocinado, Badajoz, 4 de noviembre de 1904 – Madrid, 20 de octubre de 1983), fue un militar comunista español que tuvo una destacada participación en la Guerra Civil Española al frente de varias unidades del Ejército Republicano.) y con la Brigada del Comandante Carlos (el italiano Vitorio Vidale) teniendo una actividad grande recitando a los soldados de las trincheras para darles moral y fue comisionado para ir a Rusia para representara a España en el 5º Festival de Teatro Soviético.

Se casa en Agosto del 37 con Josefina y escribe "La Canción del Esposo Soldado", tiene un hijo (Manuel Ramón) que muere en el 38 y escribe "Cancionero y Romancero de Ausencias", dejando postrero y preparado "El Hombre Acecha"

Dos años después de vencida la República por los Nacionales Franquistas y acabada la guerra, fue detenido y encarcelado y hospitalizado en Benicasin por aquella gripe mal curada que le produjo daños en el pulmón, tiene otro hijo (Manuel Miguel) y trata de huir por la Embajada de Chile invocando a su amigo Pablo Neruda, pero no fue acogido por tal Embajada. Trata de huir por Portugal y el Régimen del dictador Salazar le detiene y le devuelve a España y va de cárcel en cárcel -Huelva, Sevilla, Madrid- llevando siempre una carpeta llena de cuartillas que no quiere perder porque piensa que es el pan de Josefina y su hijo el día de mañana cuando lo pudiera editar. La familia de Miguel vivía de la caridad y comían de fiado en aquel tiempo y le cuenta en una carta a Miguel que el niño se criaba con sopa de cebolla.

Es así como escribe la "Nana de la Cebolla" que, en un principio la titulo "Nana a mi hijo" pero al hacerse tan famosa, consta en las antologías como "nana de la cebolla"

El 17-9-1939 salió de la cárcel y cometió el error de ir a su pueblo al lado de Josefina y su hijo (igual que lo hizo mi padre al terminar la guerra y donde fue detenido por rojo) Y 12 días después le denunciaron y volvió a ser detenido y encarcelado con acusaciones por los méritos a favor de la República, condenándole a muerte en 1940, cuya sentencia fue conmutada por las gestiones de sus amigos José Cossio y el político y poeta español Dionisio Ridruejo, -ambos nacionales- Sánchez Maza y García Viñolas, trasladándole a la cárcel de Palencia.

La insalubridad del lugar, el frío y las humedades se le agrava la enfermedad: bronquitis aguda, tifus y, por fin, tisis, falleciendo lel 28/3/1942 en la prisión de Alicante a los 32 años de edad.

Escribe en cuartetas con versos octosílabos con rima abab (algunos septisílabos como en el poema de abajo y usa mucho el romance y las seguidillas y elegías de dieciséis tercetos encadenados de arte mayor (endecasílabos) de rima consonante, como es la conocida a su amigo Ramón Sijé, pero utilizó toda clase de figuras literarias e imágenes y metáforas extraordinarias: Sólo escribió verso libre en su último libro, pero jamás libre de verso blanco, como fue en su "Cancionero y Romancero de Ausencias"


El NIÑO YUNTERO

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

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ELEGIA A RAMÓN SIJÉ

En Orihuela, su pueblo y el mío, se me
ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con
quien tanto quería.

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera;
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y en tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata le requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.




© Luis Vargas Alejo


4 comentarios:

  1. De mucho merecer este artículo que nos presentas.
    Denoto, no mencionas a Viento del pueblo, que es donde más se define como el grande poeta de la revolución que fue.
    Supo cantar del pueblo, con voz de pueblo.
    Fue revolucionario, incluso antes de declararse como tal; lo fue desde que asumió la poesía social.
    Bastarían, estos dos poemas que nos presentas, para reconocerle su estatura; como hombre y como poeta.
    Orgullosa ha de estar España de este hijo; y lo está.
    Los que han tratado de menoscabarle, en méritos —para los que no vivió—, no han logrado mas, que engrandecer su figura. Fue un hombre de sus circunstancias, más adversas que boyantes, y como tal vivió: con elevadas virtudes morales, y con los defectos humanos.
    Sí, fue de humano su apego a la vida, cuando lo creyó necesario; más que ser mártir. Pero, fue héroe y dio luz en el momento necesario. Fue rayo, que no cesa de serlo.
    Supo elegir su bando, y ocupar el lugar y el desempeño; que requirió su dignidad.
    Fue un niño yuntero, que alcanzó la madurez entre las trincheras; allí, donde también maduró su poética y se elevaron sus versos.
    No necesitó título académico alguno, para que perduraran sus versos por encima de muchos ilustres poetas; que cantaban a las flores, mientras se debatía España entre sus dolores; y lo que imperaba era el hambre y las calamidades; de una guerra entre españoles, pero, donde se enfrentaban dos tendencias que definían el mundo. De ahí su internacionalidad, de ahí, tantos ojos pendientes de la guerra, tantos combatientes internacionalistas (con la participación de tantos intelectuales de avezadas vistas, con obras a favor de los pueblos; de los desposeídos, que en triste realidad, forman los pueblos). Mucho, se decidía en España. Mucho, nos costó la derrota.

    Gracias + Abrazos

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    1. Porque no lo has leído bien...lo que pasa es que no analizo "los vientos del pueblo" porque me arrastran, me aventan el corazón y me arañan la garganta...

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  2. La vida de Miguel Hernández, se podría decir que, ha sido un calvario, sin embargo, logra sus expectativas de aprender y escribir poesía, a pesar de las dificultades y trabas que le pone la vida. Admirable!!

    Muchas gracias.

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  3. No le veo yo que tuviera muchas trabas. Lo que ocurre es que nació en un pueblo pequeño de la España republicana donde el pequeño labrador y ganadero, vivían todavía en el paleolítico, -casi como ahora- pero eso no es una traba, sino una circunstancia. Pero como el niño quería escribir, pues aprendió por su cuenta con mucho interés y eso es tan admirable como haberse hecho un gran ganadero de cabras u haberse hecho rico con los negocios...pero a cada uno le da por lo que le da. Después, todo fue facilidad de desarrollar su vocación, editar y escribir y, sobre todo, tuvo muchos amigos y eso es la mejor fortuna. ¿Qué se murió muy joven? pues sí...el frío, la medicina de entonces -no había Seguridad Social y ahora la están quitando- y la cárcel, porque había perdido una guerra ¡coño! ¡fíjate lo que está pasando en Siria, por ejemplo, que el pueblo muere sin guerra, y sin tisis, sino a bombazos y en la España actual, aún decimos que el pan es caro...

    Y en honor a Pichy pondré este poema tan actual en nuestra España:
    Vientos del pueblo me llevan,
    vientos del pueblo me arrastran,
    me esparcen el corazón
    y me aventan la garganta.

    Los bueyes doblan la frente,
    impotentemente mansa,
    delante de los castigos:
    los leones la levantan
    y al mismo tiempo castigan
    con su clamorosa zarpa.

    No soy un de pueblo de bueyes,
    que soy de un pueblo que embargan
    yacimientos de leones,
    desfiladeros de águilas
    y cordilleras de toros
    con el orgullo en el asta.
    Nunca medraron los bueyes
    en los páramos de España.

    ¿Quién habló de echar un yugo
    sobre el cuello de esta raza?
    ¿Quién ha puesto al huracán
    jamás ni yugos ni trabas,
    ni quién al rayo detuvo
    prisionero en una jaula?

    Asturianos de braveza,
    vascos de piedra blindada,
    valencianos de alegría
    y castellanos de alma,
    labrados como la tierra
    y airosos como las alas;
    andaluces de relámpagos,
    nacidos entre guitarras
    y forjados en los yunques
    torrenciales de las lágrimas;
    extremeños de centeno,
    gallegos de lluvia y calma,
    catalanes de firmeza,
    aragoneses de casta,
    murcianos de dinamita
    frutalmente propagada,
    leoneses, navarros, dueños
    del hambre, el sudor y el hacha,
    reyes de la minería,
    señores de la labranza,
    hombres que entre las raíces,
    como raíces gallardas,
    vais de la vida a la muerte,
    vais de la nada a la nada:
    yugos os quieren poner
    gentes de la hierba mala,
    yugos que habéis de dejar
    rotos sobre sus espaldas.

    Crepúsculo de los bueyes
    está despuntando el alba.

    Los bueyes mueren vestidos
    de humildad y olor de cuadra;
    las águilas, los leones
    y los toros de arrogancia,
    y detrás de ellos, el cielo
    ni se enturbia ni se acaba.
    La agonía de los bueyes
    tiene pequeña la cara,
    la del animal varón
    toda la creación agranda.

    Si me muero, que me muera
    con la cabeza muy alta.
    Muerto y veinte veces muerto,
    la boca contra la grama,
    tendré apretados los dientes
    y decidida la barba.

    Cantando espero a la muerte,
    que hay ruiseñores que cantan
    encima de los fusiles
    y en medio de las batallas.

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